Desde hace un tiempo, las chinchillas son mascotas muy queridas por muchos, pero necesitan de muchos cuidados, de una jaula de gran tamaño, con todos sus accesorios y de una dieta completa ya que son hervíboros y se les debe complementar con otros alimentos para que siempre estén muy saludables. La chinchilla es un roedor propio del sur de los Andes, existe una variedad salvaje y otra doméstica y todas se encuentran en grave peligro de extinción, siendo cada vez, más escasas de encontrar.
Desde hace algunos años se han convertido en mascotas pero quienes tienen una como animal de compañía deben saber previamente de todo lo que necesitan ya que no es bueno que estén sueltas en la casa.
Podemos comprar jaulas en muchos establecimientos especiales de mascotas, pero al hacerlo debemos asegurarnos de que sean de gran tamaño para que puedan estar tranquilas, cómodas y puedan moverse con facilidad.
Además, podemos encontrar muchos modelos, pero el mejor debe contar con varios niveles, rampas, plataformas, troncos y juguetes para que siempre estén activas.
No deben faltarles sus accesorios de alimentación e hidratación y la superficie del suelo debe dejarlas movilizarse sin inconvenientes. Debe contar con un rincón para que haga sus necesidades y los recipientes que tengan, deben ser anti derrames y colocarse sobre una superficie absorbente.
Se puede poner un cajón de desechos que lleve papel periódico absorbente, virutas de madera y la panocha de maíz. Hay que saber también que estos animales no soportan el calor y la humedad, por lo que debe tenerse muy en cuenta estos dos aspectos.
La temperatura perfecta debe ser menor que 25 grados y la humedad por debajo del 50%. La jaula debe estar protegida del sol y de las corrientes de aire.
En cuanto a la higiene que debe recibir, la jaula debe limpiarse una vez por semana, para que resulte más fácil y rápido.
Casi siempre, estas mascotas necesitan de una compañía por lo que pensar en darle un compañero no debe escapar de la mente. Con él podrá jugar, comunicarse y hasta dormirán juntos. Los roedores son mascotas de costumbre sociales por lo que siempre necesitan de un compañero. Pero no resulta buena idea tener dos machos con una o más hembras, ya que los conflictos no tardarán en llegar. Lo mejor es tener solo machos o hembras en la misma jaula.