La responsabilidad a veces no llega directamente con nuestra vida, sucede que despertamos este derecho a crecer como humanos responsables al notar otras existencias que dependen de nuestras decisiones, ya sean aciertos o errores las mascotas necesitan de tu sombra responsable. El tener un animal de compañía no debe enfocarse mal, la mascota no llega a tú vida para cubrir tus carencias o falta de afecto, aquí reflexiona y descubre que animales y humanos somos como cóncavo y convexo, si salimos adelante lo haremos juntos por un bien común.
Ser responsables y ciertamente humanos implica ofrecer sin requerir nada a cambio, una persona responsable con su mascota le cubrirá todas sus necesidades sin esperar que el perro le colme de gracias, desde luego los animales saben bien recompensar cuando menos lo esperamos.
Si tú le ofreces a tu mascota educación vinculada con cariño recibirán en su momento la mejor cualidad de la mascota como reflejo de tus actos. Los animales viven y se expresan según la cuota que reciben, no obstante por más que seas irresponsable y maltrates a tu perro, él siempre te recibirá moviendo la cola como muestra de compromiso eterno.
El vínculo familiar debe alcanzar a las mascotas, los animales no son objetos de moda ni llegan para ser utilizados como una prenda en nuestra vida o señal de estatus. Las mascotas son una prueba para que evolucionemos junto a ellas en un plano más espiritual, no siempre notemos todo sobre la superficie, hay que involucrarse con las mascotas con el Alma.