Los peces dorados o goldfish son muy sensibles a enfermarse y uno de los males as comunes en la septicemia hemorrágica, ocasionada por microorganismos que ingresan al torrente sanguíneo causado por bacterias o por una superpoblación en el acuario. Quienes tienen un acuario en casa y han dado preferencia a los peces de agua fría como los goldfish o peces dorados para que decoren su casa, deben saber que esta especie es muy sensible y fácil de enfermar.
La enfermedad más común y que parece perseguirlos es la septicemia hemorrágica. Estos vistosos peces pueden dejarse contaminar por cualquier tipo de bacteria, pero son las aeromonas las causantes de este mal.
Estas bacterias son microorganismos que ingresan a la corriente sanguínea de los peces y les causan un terrible choque séptico causandoles la muerte.
Si bien esta condición puede deberse a varias causas, se han visto muchos casos ocasionados por la superpoblación del acuario o por el estrés que pueden padecer los animales. Los signos más comunes y que alertan a los dueños son la presencia de estrías rojas y posteriores lesiones en la piel. Además el cuerpo se les hincha y tienen hemorragias en la zona por donde respiran. Después aparecen úlceras y heridas que pronto se abren destrozando la piel, los músculos y los tejidos.
En los casos más graves se presentan hemorragias orales, se acumulan fluidos en el abdomen y aparece una propulsión visible de uno o dos de los globos oculares. Pero rápidamente, la enfermedad avanza y ataca otros órganos importantes como los riñones, el hígado y el corazón, los peces comienzan a respirar con dificultad llegando a la superficie del agua y nadan de manera extraña.
Puede adquirirse debido al agua contaminada, o ser contagiada por peces que ya están infectados.
Si bien muchos no se dan cuenta del mal que pueden tener los peces con anterioridad, la mayoría se fija cuando ya es muy tarde, al encontrar una gran cantidad de peces muertos, flotando en el agua.
Cuando hay niveles altos de amonio en el acuario, se afecta de igual forma el sistema de defensa de los peces, convirtiéndose en fáciles presas de ser atacadas por diversos tipos de bacterias.
Para evitar esta perjudicial condición de la salud de los peces, se deben colocar filtros potentes que incluyen filtraciones químicas, biológicas y mecánicas en el acuario, y hay que estar totalmente seguros de colocar la pecera en un lugar óptimo y de que siempre esté limpia, cambiando el material del filtrador regularmente, y de que no les falte oxígeno.
En el caso de recurrir al veterinario, este recomendará el uso de antibióticos para tratar la enfermedad, en este caso lo mejor será colocar a los peces infectados a otra pecera, ya que los componentes de la medicina pueden acabar con los beneficios que propios de los filtros del acuario.