Las salamandras pertenecesn al grupo de las mascotas exóticas, son una especie de anfibios con hábitos nocturnos, y es común que sean de color negro con manchas o líneas en la caparazón. Cuando están en casa deben tener su priop espacio y éste debe ser acondicionado de manera muy similar a su hábitat natural. Dentro de las muchas clases de mascotas consideradas exóticas, se encuentran las salamandras. Esta es una especie de anfibio urodelo que pertenece a la familia Salamandridae. Su tamaño común es entre 15 y 25 cms, incluyendo la cola y las hembras tienen mayor tamaño.
Estos anfibios suelen llamar mucho la atención de las personas cuando se encuentran en un hogar tomando el lugar de una mascota. Es muy delicada y se pueden encontrar hasta 500 especies distintas para elegir.
Suelen existir salamandras en tonos oscuros con manchas amarillas o con manchas rojas, y otras con líneas amarillas sobre un fondo negro. Este diseño y coloración es usado como señal de advertencia para evitar ser atacadas por posibles predadores. Su piel contiene unas glándulas que segregan sustancias toxicas de color blanco, en pequeñas cantidades que pueden irritar los ojos, la nariz y la boca de quienes las amenazan.
En cuanto a las diferencias que existen entre los distintos sexos, se encuentra el cuerpo mas estilizado en los machos y su tamaño también es un poco menor.
Son animales con hábitos nocturnos, pero en algunos casos se encuentran activas varias horas del día, sobre todo si la humedad relativa es alta, como suele ocurrir en mañanas lluviosas o con neblina. Cuando la temperatura es fresca superior a los 3 grados C, también están alertas y bastante movidas, pero igual prefieren refugiarse bajo las hojas, los arboles caídos o bajo las piedras.
Al ser una especie ovovivipera, es común que las hembras paran sus larvas en el agua.
Cuando son crías aun, su alimentación se basa en pequeños crustáceos, gusanos, larvas de insectos; al convertirse en adultos prefieren alimentarse de insectos invertebrados como gusanos de tierra, arañas, caracoles o babosas.
Si ya tienes una salamandra en casa, lo mejor es acondicionarle su propio espacio y convertirlo en un lugar bastante óptimo. Se pueden colocar algunas hojas para darle un toque forestal y evitar que extrañe su hábitat natural.