Primeramente debes aprender que la muerte es parte de la vida de todo ser vivo, así que tómalo con madurez, si sientes querer llorar no te detengas, y luego recuerda entre sonrisas aquellos buenos días que tu mascota te supo dar. Pero finalmente vayamos al asunto primordial ¿qué hacer con el cuerpo de mi perro luego de morir? Por lo general la mayoría de las personas deciden enterrar el cuerpo de su mejor amigo, esta es la forma más popular, sin embargo si decides hacerlo será mejor que eches algo de cal rodeando el cuerpo para evitar la putrefacción. Algunos los entierran en sus jardines, otros en el campo o la montaña, pero recuerda que debe ser profundo así evitas que los animales los desentierren.
Pero también existen las soluciones más formales, como el caso del cementerio de mascotas, igual si no existe alguno en tu zona pues podrías indagar con tu veterinario, él puede saber qué tipo de gestión se hace en estos casos. También puedes averiguar si tu municipio presta el servicio de recogida de mascotas muertas, recuerda que será incinerado.
Otro punto a tener en cuenta es ser responsable de las normas, no puedes estar dejando el cuerpo de tu perro dentro de contenedores o basureros, eso no habla muy bien del cariño que le tuviste al pobre animal, por lo menos ten presente que las multa que te llevarás te va a doler.
Si tu perro tenía un microchip recuerda indagar con la empresa que lo gestionó qué medidas se deben tomar para darle de baja. Al final la verdadera esencia de tu perro se queda en tu corazón y los recuerdos, el cuerpo simplemente fue el cascarón de aquella alma leal que siempre en paz y guerra movía la cola.