Es bien conocida la acción de los perros de lamer a las personas en el rostro, la mayoría solamente lo consideramos como muestra de cariño, sin embargo el lamer es más que una expresión sentimental. Hoy en día la teoría de que los perros lamen pidiendo comida cobra fuerza.
Según la profesora de Psicología de la Universidad de Columbia y doctora en Ciencia Cognitiva de la Universidad de San Diego, Alexandra Horowitz, la acción de lamer que tienen los peludos es una herencia de los lobos, su pensamiento depredador se manifiesta tal como sucede con las manadas de lobos, los que regresan de cacería son lamidos por el resto de individuos esperando que expulse comida.
Si consideramos la teoría de los lobos cazadores, entonces tu perro te estaría lamiendo como parte de su saludo y al mismo tiempo saboreando para descubrir que estuviste comiendo, porque ellos al olerte lo pueden saber. Dicho esto, queda más claro el porque de su saludo efusivo cada vez que regresar de la calle.
La doctora trata abiertamente este tema en su best-séller ‘En la mente de un perro’, argumentando las lamidas del perro casero en la necesidad de supervivencia de la manada. Horowitz lleva su estudio más allá afirmando que la acción de lamer se aplica a todas las especies animales, incluso asegura que los humanos lo realizamos inconscientemente para establecer asociaciones.
Sobre el posible pensamiento animal, Alexandra Horowitz cree que no por carecer de lenguaje los perros no piensan. Ellos pueden bien recordar, planificar acciones, sentir emociones y mucho más. En conclusión los perros son inteligentes. Ahora ya sabes porque tu perro te besa o lame cada vez que terminas de comer.