Es natural que los perros sientan miedo frente a cualquier ruido fuerte como el de las tormentas o los fuegos artificiales, obligándolos a buscar un refugio. para evitar que este problema aumente, lo mejor es aacariciarlos en el momento, hacerles escuchar música relajante o colocarles tampones en los oidos. Esta por demás decir que los perros tienen mucho miedo cuando escuchan ruidos demasiado fuertes y estridentes. No soportan los fuegos artificiales y muchos se aterran y permanecen escondidos en el último rincón de la casa cuando se presenta una tormenta.
La mayoría de veces, son los amos quienes contribuyen al miedo del animar ya que se afligen al verlos asustados, mientras que otros reaccionan enojándose. Con actitudes como estas no se le dan ninguna ayuda al animal y muy por el contrario aumentamos su temor.
Debe quedar claro que este tipo de ruidos le causen mucho miedo ya que los perros poseen una capacidad auditiva mucho mayor que la de los humanos y por lo tanto, sienten también mayor intensidad del ruido cuando se presenta un trueno o tormenta.
Una mejor explicación es la que tienen los científicos quienes afirman que estas reacciones son características de un rasgo evolutivo del animal y que hasta hoy se mantiene en ellos, a pesar del mucho tiempo que ha pasado.
Y justamente, es esto lo que los obliga a buscar un lugar donde esconderse, a encontrar un refugio. Cuando están en casa, suelen meterse debajo de las camas, debajo de las sillas, de los sillones o se meten en cualquier mueble. En caso no encontrar un buen escondite, reaccionan temblando, se sienten muy inseguros y hasta pueden orinar o defecar a causa del pavor que tienen.
Pero en realidad, estas reacciones no tienen porque sorprendernos, ya que si a nosotros nos sorprendiera una tormenta cuando estamos en la calle, también sentiríamos miedo y buscaríamos de inmediato un refugio.
Lo importante es poder ayudarlos y evitar causarle más temor, ya que para ellos se trata de algo terrible. Lo más adecuado en estos momentos de tormenta es tenerlo muy cerca y acariciarlo, dándole también suaves masajes para que se relaje. En el futuro, el can asociará las tormentas y ruidos estridentes con algo agradable y se sentirá seguro y protegido, porque sabe que su amo estará pendiente de él y le prodigará cariño.
Otra forma de ayuda es colocarle música de relajación para que los otros ruidos pasen desapercibidos, o al menos, lleguen hasta él en menor intensidad.
Algunos amos les colocan tampones de algodón en los oídos o juegan con su mascota para que olviden el momento. Se trata de darles protección y seguridad de alguna manera y no dejarlos en un lugar donde se pueda mojar.