A veces podemos tener un perro hiperactivo en casa ya que notamos ciertos signos y síntomas que lo hacen comportarse de forma diferente. El diagnóstico exacto lo da el veterinario y el tratamiento también que puede basarse en medicinas o psicoterapia. Cuando tenemos un perro mascota y lo queremos mucho no podemos dejar de estar pendientes de él, por eso nos podemos dar cuenta que a veces las cosas no van del todo bien ya que nos percatamos que no para de moverse, que siempre esta saltando y corriendo, o que tiene el sueño demasiado ligero.
Estos signos y síntomas pueden ser típicos de hiperactividad canina, pero pasan desapercibidos durante los primeros meses, y el diagnostico es más exacto cuando se convierte en un perro adulto.
Al ser cachorros es normal que tengan muchas ganas de jugar, de querer morder todo lo que está a su alcance y de estar inquieto la mayor parte del día, por eso debe pasar esta etapa para saber si es o no hiperactivo.
Al pasar el tiempo, el constante ritmo debe ir disminuyendo, pero si no es así entonces sí estaremos ante un caso de perro hiperactivo.
Cuando el veterinario ha diagnosticado un caso de hiperactividad, lo que debe hacerse es encontrar el porqué se ha presentado en nuestra mascota ya que las causas son muchas.
Puede ser por falta de atención, ansiedad, aburrimiento, exaltación, o por otras razones. Pero también puede deberse a alguna enfermedad, ya que muchas razas de perros son propensas a moverse y jugar más que otras.
Si se han descartado las posibles causas de su excitación y definitivamente tenemos un perro hiperactivo, lo mejor es tomar cartas en el asunto lo más pronto posible, de lo contrario el caso puede agravarse, ya que estarán fuera de control el cualquier momento y lugar.
Sacarlo a pasear será peligroso y le costará aprender a comunicarse, al igual que se le hará difícil controlar esfínteres.
Un perro hiperactivo suele ladrar mucho, comer todo, estar desconcentrado, dormir mal y hasta comportarse de forma agresiva mordiendo a quien se le ponga en frente.
Pero siempre debe ser el médico veterinario quien dé el diagnostico y el tratamiento más acertado, a veces se recetan medicamentos y otros aconsejan enseñarles a través de programas de psicoterapia. Algo que si debe hacerse es ignorarlo y dejarlo solo cada vez que muestre comportamientos incorrectos, no se les debe gritar, castigar, ni satisfacer sus demandas.
La recompensa se le dará cuando esté tranquilo para que sepa que si se porta bien tendrá un premio. Es mejor recompensarlo con alimentos ya que al acariciarlo y alagarlo por su buena conducta, puede volver a ponerse nervioso.
Para que agote toda su energía, debe hacer ejercicio todos los días para que pueda cansarse y descansar, pero siempre es importante llevarlo con el veterinario cuando notemos que algo está fuera de lo normal.