El dicho siempre se cumple en este caso, si un perro es sedentario y pasa más del tiempo durmiendo o echado en el sofá entonces que no te extrañe que a corto plazo comience a tener problemas con su salud. Moverse es vida, quien se queda sin hacer nada compromete su salud física y mental.
Es típico que el dueño se ausente muchas horas por las jornadas de trabajo y que al llegar a casa tenga solamente deseos de descansar o dormir, por eso mismo no le presta tiempo a su mascota dejando de lado las cuotas necesarias de ejercicios, juegos, paseos, caminatas y demás prácticas que fortalecen el buen estado físico del perro.
La actividad física es muy importante, sobretodo si se realiza durante el día por lo menos con un par de paseos de 20 minutos cada uno. Estas salidas deben convertirse en un hábito de ambos, perro y dueño necesitan potenciar su salud, el sedentarismo de la mascota no hará más que traer enfermedad, salvo que tenga alguna patología que evite se esfuerce demasiado.
Obesidad, enfermedad en las articulaciones, diabetes y cardiopatías:
Si tu perro es sedentario entonces no habrá como gaste las calorías que acumula cada día, eso es peligroso. Es habitual que el perro comience a comer más de la cuenta para de alguna manera sustituir el ejercicio, ni siquiera desea caminar pues todo lo encuentra a su alcance en casa. Si el perro gana peso entonces es posible que tenga en un futuro problemas en las articulaciones, por ejemplo, la artrosis.
La falta de movimiento y la acumulación de peso corporal determina que las articulaciones funcionen mal, se desgasten y deterioren hasta el punto de complicarle la vida en su más mínimo movimiento.
La obesidad es nada más el inicio de una cadena de posibles enfermedades y aún algunas más graves. El exceso de grasa en los perros acarrea un deficiente metabolismo, es muy posible que el can se enferme de diabetes y así mismo su sistema circulatorio falle trayendo consigo problemas cardíacos. Por lo antes expuesto la mejor recomendación es que eduques a tu perro para que realice ejercicios a tu lado, algunas caminatas o paseos, jugar al aire libre, en el jardín o patio. Debes estimularlo de alguna manera.