La vejez de un perro es motivo suficiente para comprometernos más junto al resto de la familia en una serie de cuidados que buscan fortalecer los días de la mascota frente a variedad de malestares que trastornan su organismo y carácter. Los perros ancianos si que cambian su comportamiento de un momento a otro, se vuelven menos sensibles a los estímulos, pueden irritarse con facilidad y presentarse un poco malhumorados, desde luego tales estados son causados muchas veces por malestares físicos.
Una vez cada tres meses puedes visitar al veterinario para que revise a tu perro y de encontrar algún malestar orgánico plantee el tratamiento con medicamentos adecuados. Fortaleciendo la salud aportas radicalmente a la vida del perro. Aprecia a tu mascota aún después del último día.
Cuando el sistema nervioso central se deteriora por la avanzada edad el perro expresa cambios de conducta y carácter. Los perros más viejos puedes ver afectada su memoria, la visión, el olfato y oído, por ello puede que se sienta frustrado y responde a los estímulos de maneras diversas que requieren paciencia por parte de los dueños.
A diferencia de los humanos los perros soportan más el dolor, aprender a vivir con él más pronto que las personas que se tardan en asimilar la situación. Es clásico también que el perro en su vejez se vuelva más temeroso y tenso puesto que descubre como sus respuestas físicas ya no son las mismas.
Ofrece a tu perro mucho cariño, atiende a la mascota en todo, ten paciencia y no dejes de llevarla a sus controles con el veterinario. Desde que es cachorro hasta su vejez el perro necesita que sigas a su lado, no lo dejes porque sea viejo, ponte en su lugar ¿te gustaría ser abandona cuando seas viejo?.