Las mascotas son más susceptibles a los cambios bruscos del entorno y los contextos dentro de la vida del ser humano, por ejemplo: los perros se alteran cuando son expuestos a los ruidos altos, explosiones y luces de fuegos artificiales, todo ello altera su cerebro. Por lo antes mencionado un perro puede recibir tremenda descarga eléctrica en el cerebro que termina por alterar sus funciones dando como resultado una puesta en escena realmente desalentadora, un conjunto de temblores con salivación que es conocida por todos como convulsión.
Las convulsiones se presentan por diversas causas, quizá un golpe o trauma en la cabeza, envenenamiento por químicos, niveles de glucosa bajos, diabetes, enfermedades congénitas (epilepsia), tumores en el cerebro, etc.
Lo negativo es que las crisis no se pueden prevenir, lo que puedes hacer es actuar de forma calmada frente a su cuadro de convulsiones, si estas dentro del hogar sujeta a tu mascota para que no se haga daño hasta que llegue al final de las convulsiones que rara vez llegan a los 5 minutos.
Si eres testigo de su primera convulsión lo ideal será visitar pronto al veterinario para que según estudio de con el causante. De todas maneras es seguro que el médico le indique tomar medicamentos anticonvulsivos como siropes, pastillas o gotas, esto depende de la prestancia que tenga el perro.
No olvides que algunas razas son más propensas a heredar la epilepsia, en la lista tenemos los perros de la raza Labrador, Husky Siberiano, Pastor Alemán y el Pitbull. Por eso siempre infórmate sobre sus padres para estar seguro que sus convulsiones son por heredar la enfermedad y no por hipoglucemia por ejemplo.