Las cataratas pueden presentarse también en los animales y cuando se presenta en los perros puede llegar a dejarlos ciegos si no son tratados a tiempo. Las cataratas pueden ser removidas a través de una cirugía pero el animal debe estar muy sano para soportar la cirugía y seguir normalmente con su vida. Quienes padecen de cataratas saben lo difícil y complicado que puede resultar esta enfermedad oftalmológica, que es progresiva y provoca un disturbio natural en los ojos, causando con el paso del tiempo, una reducción o pérdida de la vista.
En los animales también suele ocurrir, y son los perros y los gatos las especies más afectadas. Las cataratas no tienen en cuenta la raza o la edad del animal, aunque se ha comprobado que existen algunas razas donde la enfermedad se presenta con mayor frecuencia.
Pero muy aparte de los síntomas y de las molestias que puede causar, pueden encontrarse varios tipos y formas de catarata canina, pero todas ellas se presentan de forma muy parecida.
Los ojos se mantienen de forma normal dentro de un sistema deshidratado, pero debido a muchas razones, comienza a fallar y el líquido propio de los ojos se comienza a acumular, cambiando de pronto la transparencia de los ojos y originando las cataratas.
El tipo de catarata que puede padecer la mascota tiene mucho que ver con la edad en la que se presenta. En algunos casos esta es congénita, es decir que aparece desde el nacimiento y no ocurre por herencia de los padres, pudiendo presentarse debido a infecciones o toxinas.
La catarata desarrollada, que suele aparecer cuando el perro aun es joven, puede ser originada por factores externos como infecciones, traumas o debido a enfermedades como la diabetes: mientras la que se presenta a partir de los 6 años de edad, puede deberse a factores hereditarios.
Al igual que sucede con muchas personas que padecen diabetes y al ser esta una enfermedad causada por desordenes metabólicos, la mayoría de los casos terminan en cataratas. Por eso los perros diabéticos y el exceso de glucosa que tiene llegan a convertirse en una sustancia que aumenta el flujo de agua en los ojos.
Pero si se detecta a tiempo, la mascota puede ser tratada con una remoción cirujana. La medicina veterinaria cuenta en la actualidad, con una serie de técnicas que resultan muy eficaces en el tratamiento de esta enfermedad, si se deciden por la intervención, es necesario que previamente el animal sea evaluado para ver si resulta ser in buen candidato para la operación.
Es importante que posea un buen estado clínico en general, y resulta mucho mejor si la operación se realiza en ambos ojos.
Si el perro es un animal muy sano, las cataratas pueden ser removidas. En las personas que han pasado por esta operación, se les coloca un lente artificial que reemplaza la lente natural borrosa que se extrae. Pero en los animales esto no es necesario y no reciben ningún implante, ya que ellos pueden ver bien sin tener reemplazo, debido a que tienen menos visión central y menor acomodación.