Así como existen muchas razas de perros que disfrutan de jugar en el agua o darse un chapuzón, muchos otros no toleran la sóla idea de estar cerca de algún lago o río, y menos de bañarse. Lo bueno es que existen formas de hacer que nuestro can aprenda a sentirse cómodo dentro del agua y pueda jugar con ella. A pesar de ser muy similares y compartir muchas características, no todos los perros son iguales. A muchas razas les encanta correr, jugar y hasta acompañar a sus amos a hacer deportes al aire libre, pero a otros la sola idea de salir de casa les cambia la manera de comportarse.
Hablando de similitudes y diferencias podemos mencionar también que no a todas las razas de canes les gusta el agua o bañarse. Pero no se debe confundir tampoco que algunos perros adoran jugar con o dentro del agua pero no soportan la idea de que tienen que bañarse.
Tanto las razas pequeñas como las grandes, sienten mucho placer al poder darse un chapuzón en cualquier lago, río, y hasta en el mar, disfrutan corriendo cerca de la orilla y hasta lanzándose al agua sin sentir ningún temor y firmes con el único objetivo de recuperar el objeto que su amo les ha lanzado.
Sin embrago, son muchos también quienes demuestran tener un enorme temor al agua y nunca disfrutan ni se divierten jugando cerca de un charco o dentro de un recipiente con agua. Incluso llegan a ponerse histéricos cuando su dueño trata de acercarles a la orilla del mar o del rio.
En algunos casos, los perros sienten un miedo tan grande que no aceptan bañarse ni que se les moje una parte del cuerpo, convirtiendo el acto de asearse en todo un problema.
Seguro que a muchas personas les ocurre algo parecido y en más de una ocasión han debido hacer frente a los berrinches de su mascota canina al no querer bañarse, pero felizmente existen varias pautas que harán este momento más sencillo, haciendo que el perro llegue a perder el miedo al agua y termine disfrutando y divirtiéndose con ella.
Para empezar debemos buscar un momento en que nuestra mascota se sienta relajada, cuando lo hayamos logrado debemos sentarnos a su lado con un recipiente con agua y procedemos a acariciarle el estomago y a hablarle con tono tranquilo.
Posteriormente metemos la mano dentro del recipiente y dejamos que nos huela para después ir mojándole poco a poco. Nuevamente humedecemos la mano, se la damos para que huela y seguimos con todo lo anterior. Lo mejor es hacer esto a diario y cuando terminamos debemos darle un premio.
Continuando con ello podemos después humedecer una esponja y escurrir el agua sobre el perro, con el paso del tiempo se va aumentando la cantidad de agua, y cuando al fin deje de asustarse, podemos jugar haciendo ruidos con el agua.
Si nos gusta llevar a la mascota a la playa o al río, lo mejor es estar siempre cerca de las aguas tranquilas y esperar a que el animal por su propia voluntad, se acerque a la orilla. Debemos darle un premio y mostrarle otro para hacer que ingrese y pueda estar dentro del agua.
Lo mejor es tener mucha paciencia y no rendirnos a la primera vez, poco a poco irá ingresando a aguas más profundas ya que confía en ti y sabes que no lo dejaras solo.