Muchas veces los amos de perros disfutan mucho llevándolos de paseo a la playa o al campo, pero siempre se deb tener mucho cuidado ya que algunos lugares pueden convertirse en un verdadero peligro para las mascotas. Tener mascotas puede ser muy divertido sobre todo cuando las llevamos de paseo al campo o a la playa, donde pueden disfrutar y pasear sueltos, sin que haya algún tipo de peligro.
Es verdad que cuando recién se llega al lugar debemos tener mucho cuidado con ellos para evitar que se pierdan o se sientan algo despistados. Por eso es bueno llevar un silbato que ellos reconozcan, llamarlos por su nombre o silbarles como siempre se hace.
Debemos observarlos hasta cuando ellos puedan regresar usando su sentido del olfato y de la orientación. Esta forma de entrenar, puede convertirse en un juego tanto para el amo como para el mismo animal.
Pero a veces estar en una zona libre y acampar puede convertirse en un peligro ya que los erizos, alacranes, serpientes y otros animales pueden lastimar a la mascota. Por eso, por las noches debemos mantenerlos cerca y atarlos con una correa.
También es recomendable darle mucha agua, ya que el calor puede ser terrible y ocasionarle un golpe de calor. Hay que refrescarlo y evitar exponerlo al sol para hacer caminatas cuando el sol está muy fuerte.
Incluso, si van a pasar varios días en el campo, se le puede aplicar algún producto que ayude a endurecer las almohadillas de las patas.
Ahora también, hemos visto muchas mascotas y sus dueños veraneando en las playas, aunque en algunos países está prohibido llegar con animales, pero en otras si tienen acceso y están siempre con sus amos.
Pero cuando estemos en la playa debemos evitar que nuestro perro moleste a los bañistas. A la vez que si hace sus deposiciones en la arena o en el agua, se debe recoger en una bolsa y tirarlas en un contenedor de basura.
Es bueno que la mascota permanezca por momentos bajo la sombra y también debe beber abundante agua fresca, pero nunca debe tomar el agua del mar ya que puede provocarle diarreas.
Los perros son expertos nadadores, aunque tal vez en un comienzo sientan algo de recelo, por eso hay que motivarlos yendo con él o lanzándole una pelota hacia el mar para que vaya por ella. Pero si se resiste, no hay que forzarlo.
Luego de estar en la playa debemos darle un baño para quitar toda la arena y sal que se haya acumulado en su cuerpo.