Las aves pueden ser excelentes mascotas y los loros al ser tan inteligentes se ha convertido en las preferidos de muchos. Son graciosos, excelente compañía, muy buenos imitadores y dueños de varios secretos que casi todos ignoramos. Los más grandes pueden llegar a vivir hasta los 75 años, mientras que los pequeños alrededor de 15. Las aves pueden ser unas buenas mascotas, no ocupan mucho espacio, pueden habitar tranquilamente en lugares espaciosos o en departamentos, son fáciles de criar y algunas de ellas, ni siquiera hacen ruido.
Podemos elegir entre muchas especies, aunque los favoritos de la mayoría son los canarios, y los periquitos australianos, pero a muchos otros les encantan los loros y no dudan en tener uno, dos o hasta más en sus casas.
Sin embargo, a veces podemos ignorar por completo muchos datos sobre estas aves que resultan de mucha ayuda para poder darles una mejor calidad de vida y puedan acompañarnos por muchos años.
Para empezar podríamos decir que los loros son demasiado inteligentes, haciéndose las mejores mascotas. Puede ser también que la mayoría desconozca que entre los loros están incluidos las cacatúas, los papagayos, los periquitos, los cotorros, los guacamayos entre otros.
Todos los loros tienen dos dedos dirigidos hacia adelante y dos hacia atrás, por lo que se les llama zigodáctilos. Además suelen comer con una pata, que puede ser la izquierda o la derecha, convirtiéndolos en diestros o zurdos.
Casi todos los loros que se convierten en animales de compañía, son excelentes imitadores, y fácilmente pueden imitar los sonidos y llamados de otras aves y animales, hasta a los humanos. El loro que destaca en este aspecto, es el loro gris africano, quien se ha convertido en el máximo imitador.
Algunos gritan tan fuerte que sus vocalizaciones pueden oírse a 1.600 metros de distancia.
Los loros tienen una lengua bastante gruesa que les facilita el poder comer semillas, brotes, frutas, néctar y polen. Al igual que los perros, estas aves no deben comer golosinas ni chocolates ya que resultan tóxicos para su organismo.
También resulta interesante saber que cuando los loros no llegan a anidan, acostumbran vivir en grupos numerosos. En cambio los que anidan, construyen sus nidos en los agujeros de los árboles, en montículos de termitas y en cavidades de los túneles o rocas. Son muy pocos los que hacen sus nidos con ramas.
Otro dato importante y curioso es que los loros más grandes llegan a tener un promedio de vida de 75 años mientras que los pequeños pueden vivir unos 15 años.
Pero sea el ave que tengamos a nuestro cargo, debemos cuidarlo, quererlo y ofrecerle todo lo necesario para que viva cómodo y feliz.