Los gatos pueden padecer de anemia presentando signos y síntomas característicos como pérdida del apetito y cansancio extremo. Es necesario que se le realicen pruebas médicas para saber el diagnóstico y se le de el tratamiento adecuado. La anemia es un estado que se caracteriza por tener un recuento bajo de eritrocitos, un tipo de glóbulo rojo. Cuando los gatos tienen anemia, casi siempre surge debido a la presencia de otras enfermedades que causan una baja en sus defensas.
Los síntomas incluyen pérdida del apetito y del color de las membranas mucosas del gato, pulso y frecuencia respiratoria rápidos en casos de anemia severa, fiebre y mucho cansancio. Antes de darle un tratamiento, deben conocerse las causas de la enfermedad por medio de pruebas médicas.
A veces aparecen signos que indican que el gato no está bien de salud por lo que se le debe llevar con el veterinario para ser revisado. Cuando la anemia parece, los gatos pierden el apetito y se sienten muy cansados y débiles.
Es necesario que se le hagan análisis de sangre para medir sus niveles de eritrocitos y saber de qué problemas sufre la mascota. Si se le hacen varias pruebas, el veterinario sabrá con seguridad, que tipo de tratamiento ofrecerle.
La anemia felina solo debe ser tratada con las medicinas recetadas por el especialista. A veces se les da medicamentos que traen serias consecuencias y que afectan en mayor grado su salud ya deteriorada.
Si el gato tiene pulgas u otro tipo de parásitos conviene terminar primero con este problema, ya que la pérdida de sangre que sufren debido a las mordeduras de estos insectos, puede ser una causa de la anemia. Los tratamientos para estos parásitos, pueden ser de mucha ayuda, evitando que el felino pierda mucha sangre.
Algunos tratan esta enfermedad en grado severo, con transfusiones de sangre, pero no es el mejor remedio ya que es un procedimiento que debe realizarse varias veces para que resulte efectivo.
Es común un tratamiento con antibióticos para los casos de anemia infecciosa, pero cuando ha sido causada por un accidente o trauma, si es necesario realizar transfusiones de sangre.
Cuando se presenta debido a la deficiencia de hierro, hay que saber si el gato pierde mucha sangre. Se le debe realizar también un análisis de sangre, para saber si existen otros parásitos o si se encuentran rastros de sangre.
Cuando se debe a causas nutricionales sin complicaciones mayores, resulta adecuado un tratamiento con base en la restitución de los nutrientes que ha perdido, ofreciéndole a la mascota, una dieta nutritiva mucho más completa.