Los gatos suelen vomitar por muchos motivos como la expulsión de bolas de pelos que se acumulan en su estómago, o debido al consumo de alimentos tóxicos como cebolla o ciertas partes del pescado. Es importante diferenciar el vómito de la regurgitación y en caso sea agudo y con cólicos, debe ser considerado de gravedad y acudir de inmediato al veterinario. Cuando las mascotas están enfermas es normal que tengan náuseas y lleguen a vomitar, pero antes de desesperarse y pensar lo peor, es mejor tranquilizarse y no preocuparse demasiado.
A veces puede deberse a otras razones, pero solo cuando se convierte en algo frecuente debe ser tomado en consideración y tener bajo observación los movimientos que hace el animal.
A veces, los vómitos se presentan debido a que expulsan las bolas de pelo que se acumulan en su estómago y si está acostumbrado a comer plantas, es muy probable que vomite ya que pueden causarle irritaciones estomacales.
Otra de las causas puede ser el consumo de alimentos tóxicos o poco recomendables para gatos como las cebollas, tomar mucha leche, ciertas partes del pescado o alimentos con mucha sal.
Algunos gatos sufren ansiedad por separación y si sus dueños tienen horarios muy prolongados de trabajo y los dejan solos por mucho tiempo tendrán intolerancia a la comida, que se convierten algo más o menos grave.
El vómito debe diferenciarse de la regurgitación ya que esta es esofágica y no llega del contenido estomacal. Es común que los gatos coman más veces que las necesarias a veces por aburrimiento o por complacer a sus dueños, ya que forman un vínculo afectivo entre la alimentación y la mascota.
En esos casos, se considera una respuesta normal a la sobre carga alimenticia, por lo que es más efectivo controlar que volumen y las porciones que comen al día que darle un anti vómito.
En cambio el vómito agudo, rápido, con cólico y angustia si debe ser considerado muy grave y suele ocurrir en gatos jóvenes debido a la obstrucción por cuerpos extraños que introducen en sus bocas y que muchas veces ingieren. En esta situación, deben ser llevados de emergencia con el veterinario ya que es muy probable que necesiten de una cirugía de emergencia.
Si hemos observado por mucho tiempo a la mascota y todas las posibles causas antes mencionadas han sido descartadas, entonces lo mejor será llevarlo con el veterinario para que lo revise y de un diagnóstico exacto.
Los mininos sufren patologías comunes que suelen provocar vómitos como los parásitos intestinales, a veces puede deberse a cuadros de hipertensión o hipertiroidismo. En caso sea cualquiera de etas enfermedades, hay que estar muy pendientes y no olvidar ir con el especialista ya que los gatos que vomitan mucho se deshidratan mucho más rápido y pueden tener casos muy complicados.