Los canarios son aves lindas, con plumas en colores brillantes y con un canto sinigual. Sin embargo, antes de comprar uno, debemos conocer ciertos detalles para saber que se encuentra con buena salud. Tener un canario como mascota puede ser una experiencia increíble, pero además de dejarnos llevar por su canto y sus bellos colores, es fundamental saber, antes de comprarlo, que debe estar saludable.
Los canarios cuando se encuentran bien de salud se muestran alegres, vivaces, cantan en todo momento. Sin embargo, cuando padecen de alguna enfermedad, están tristes, perezosos, soñolientos, apáticos e indiferentes.
Las plumas son otro indicador de su estado y si son brillantes, limpias y pegadas al cuerpo, quiere decir que todo está bien. Sus ojos deben ser grandes, limpios y llenos de expresividad; sus patas son ligeras, rosadas, elásticas y muy suaves. En general, los movimientos de su cuerpo deben ser vibrantes y alegres.
Cuando encontramos un canario en buen estado, salta y gorjea, su cuerpo es suave y para en constante movimiento.
En un primer momento, los canarios tienen las patas y las garras rosadas, suaves y lisas, con el plumaje mostrando delicados reflejos y el pico es tierno.
Luego de un tiempo, es normal que las patas se cubran de escamas, las plumas se hacen más recias, el color se vuelve más fuerte y el pico se endurece y alarga.
Cuando un canario es maduro, su estampa queda atenuada y se vuelven menos brillantes, lo que los hace menos suaves y hasta menos vitales.
Los expertos recomiendan que la mejor época para comprar un canario ocurre entre los meses de noviembre y marzo, donde ya se ha realizado la muda y los recién nacidos y los mayores, se encuentran en época de canto.
Para saber si es macho o hembra, es necesario observar algunos signos como que el macho tiene un porte orgulloso, fiero y se muestra más agresivo. Sus plumas son de colores más brillantes, su cuerpo es más pesado y redondo, y tienen la cabeza más plana que la de las hembras.
Las hembras tienen las plumas menos llamativas, mueven la cabeza de forma más fina y son dueñas de un cuerpo más esbelto y elegante, siendo su canto más tímido y con dulces sonidos.
El sexo es más fácil de conocerse cuando se encuentran en época de celo. En este tiempo se puede comprobar que el orificio anal del macho es alargado, a diferencia de las hembras que lo tienen plano, adherido al vientre, caliente e hinchado.
Existe una regla que indica que los ejemplares más seleccionados son aquellos más alejados de las razas primitivas de los progenitores, ya que son menos resistentes, menos activos y dueños de una salud más frágil.