Cuando se tienen en casa mascotas como perros y gatos, es común que surja el problema de las pulgas. Estos parásitos se convierten en un terrible foco infeccioso dañando a todos los miembros del hogar. Lo mejor es fumigar la casa, en especial las áreas verdes y tener mucho cuidado con la higiene del animal. Quienes tienen mascotas en casa deben vivir con el repetido incomodo asunto que ocasionan las pulgas. Estos parásitos pequeños sin alas y con seis patas que se movilizan dando saltos a grandes distancias, se alimentan de la sangre de los animales y de las personas que se contagian por los mismos.
Las pulgas se esconden en la piel y dentro del pelo de la mascota, se reproducen rápidamente, haciendo que la población sea enorme, y los animales y miembros del hogar se vean atacados debido a la picazón y el constante rascado que provocan.
Y como si fuera poco, aparte del escozor, las pulgas son causantes de muchas enfermedades, en las mascotas les puede crear una dermatitis alérgica, que aparece cuando el animal desarrolla una alergia a la picadura.
Cuando se genera la dermatitis, el perro pierde pelo, se rasca desesperadamente, se muerde y se provoca heridas en la piel debido a la fuerza y frecuencia con la que se rasca. Como consecuencia, las heridas se infectan y el animal empeora.
Por eso se debe terminar con el principal foco infeccioso, y estos vienen a ser las áreas verdes que hay en el hogar, en donde las pulgas y garrapatas habitan. Cuando existen jardines en el hogar, es común que las mascotas permanezcan en ellas por largos periodos de tiempo, y aunque mantengas limpia a tu mascota, si el jardín sigue contaminado, no habrá fin y la invasión será un ciclo sin fin.
Lo mejor es fumigar la casa y el programa más recomendado consiste en rociar el veneno indicado por espacio de tres meses en toda la casa. Se fumiga semanalmente durante el primer mes, en el segundo se suspende la fumigación, y en el tercer mes solo se fumiga cada 15 días.
De esta forma se extermina de raíz la contaminación, eliminando a las pulgas y los huevecillos de las mismas.
En cuanto a la mascota, esta debe ser revisada con mucha frecuencia, se deben observar os patrones de conducta del animal y si hay cambios como agitación o si se rasca de forma exagerada, es muy probable que este infectado.
Cuando cepilles su pelo se pueden abrir varios caminos y observar en la piel si existen muestras de heces o de sangre, en ocasiones resulta fácil ver a la pulga en movimiento.
La mascota debe ser bañada de forma un poco más frecuente empleando productos especiales contra las pulgas, o llevada a los centros veterinarios para que le apliquen un producto medicado anti pulgas.