Si bien los animales pueden padecer de algunas enfermedades muy parecidas a las de los humanos, no está bien que los amos ofrezcan medicinas sin antes consultar con el veterinario. Lo más recomendable es llevar a la mascota con el especialista para que lo revise, de un diagnóstico y recomiende el tratamiento a seguir seguido al pie de la letra. Es muy cierto que los animales pueden padecer enfermedades muy parecidas a las que sufren los humanos, pero no siempre resulta efectivo adminístrales medicinas sin consultar previamente con un veterinario especialista en el tema.
El metabolismo, así como las funciones de los órganos y sistemas de los animales no son iguales al de las personas, es por eso que los medicamentos que ayudan y proporcionan bienestar a los humanos, pueden resultar tóxicos para las mascotas.
Son muchas las medicinas que pueden adquirirse en las farmacias sin contar con una receta médica, sobre todo aquellas que resultan seguras para combatir dolores estomacales, diarreas, cefaleas, entre otros. Pero puede ser un descuido por parte del dueño del animal, administrarle alguno de estos remedios sin haberlo llevado antes con el médico para ser examinado.
Se han conocido casos en los cuales medicinas utilizadas con normalidad en perros, causan graves daños y hasta pueden provocar la muerte en estos fieles amigos. Y no es bueno utilizar los mismos medicamentos en distintos tipos de animales, ya que algo que funciona en perros o en gatos, no puede tener el mismo efecto en aves o roedores.
Los animales son diferentes física e interiormente, por lo que sus necesidades también son diferentes.
Por eso si notamos conductas extrañas en las mascotas de un momento a otro, como inapetencia, demasiada tranquilidad, constantes ruidos que se convierten en quejidos y hasta pereza, es necesario acudir con el veterinario para que luego de revisar al animal, recomiende el mejor de los tratamientos.
Pero no es suficiente que el médico de una receta, ya que las instrucciones deben ser seguidas al pie de la letra, ya que una mala administración o desobediencia a las recomendaciones puede agravar el problema, trayendo además de la enfermedad, otros males adicionales.
Si le damos otra dosis de medicinas, ya sea mayor o menor a la indicada, podemos llevar a nuestra mascota a complicar su salud con serias consecuencias, como reacciones alérgicas, diarreas, vómitos, síntomas que en lugar de ir desapareciendo se incrementan y hasta la muerte.
Por eso ante una mala administración de los remedios, lo mejor es regresar con el veterinario de inmediato.
No debemos olvidar entonces, dejar de lado la mala costumbre de darle medicinas que tenemos en casa o que creemos que serán efectivas en las mascotas, ya que si funcionan en nosotros. La automedicación, puede significar poner en riesgo la salud tanto para los humanos, como para los animales.