Tener una tortuga chilena en casa puede resultar algo sencillo, pero es importante tener una piscina de agua tibia y un área verde en donde puedan descansar. Su alimentacion está basada en lombrices de tierra, pescado y babosas, verduras y algunas frutas. Si les cuida con responsabilidad pueden llegar a vivir hasta los 70 años. Una tortuga convertida en mascota popular en Chile es la llamada Chrysemys scripta elegans. Mide entre 12 y 28 cm de largo y presenta estrías de color amarillo brillante en su caparazón, cabeza y patas. Casi todo su cuerpo es de color verde, y posee un área distintiva de color rojo a cada lado de su cabeza.
Entre los 2 y 4 años, los machos han alcanzado su madurez sexual, pero las hembras recién son maduras en este estado a partir de los 5 y 7 años, midiendo más o menos 13 cm de largo.
Resulta sencillo diferenciar un macho de una hembra puesto que los primeros llegan a medir menos y sus uñas de las extremidades anteriores y sus colas son más largas.
Estas tortugas son originarias de Estados Unidos, ubicándose en el área que va desde el rio Mississippi hasta el golfo de México. Su hábitat natural lo realiza en aguas dulces, como lagos, lagunas, pantanos y arroyos. De preferencia se instalan en aguas tranquilas con fondos suaves y que tengan abundante vegetación acuática y muchos logares en donde puedan tomar sol.
Para tenerlos en casa debemos acondicionar para ellos una piscina de agua tibia y un área seca en donde puedan nadar y tomar el sol.
El agua debe mantenerse entre 14 y 29 grados, pudiendo utilizarse calentadores de acuario especiales. Para que nuestra mascota este siempre saludable, el agua debe ser cambiada con frecuencia. Pueden emplearse sistemas de filtración para reducir la frecuencia de los cambios, pero sin que signifique que no deba cambiarse seguido, sobre todo para limpiar el tanque y eliminar todos los restos de deposiciones del animal.
En cuanto a su alimentación cuando se encuentran en su ambiente natural, se alimentan de lombrices, crustáceos, insectos, peces invertebrados y otros vegetales. Cuando están en cautiverio, su dieta debe ser muy similar, incluyendo lombrices de tierra, pescado y babosas, en pequeñas porciones se les puede administrar también carne, huevo vísceras de pollo y algunos vegetales como zanahoria, lechuga, acelga y ciertas frutas como plátanos, manzanas, melón y uvas.
A las tortugas jóvenes se les debe administrar el alimento todos los días, y cuando son adultos día por medio. Para una alimentación más balanceada se les puede agregar suplementos, vitaminas y minerales específicos para tortugas que pueden adquirirse en el mercado.
Lo mejor es no entregar este tipo de mascota a un niño pequeño, debido a que su alimentación y cuidados resultan un poco más complicados que otras tortugas. Si se les cuida con responsabilidad pueden llegar a vivir hasta más de 70 años.