Los perros pueden ser los mejores amigos del hombre pero hay muchas cosas que no comprenden y no recuerdan. Para reñirlos cuando se ha portado mal debemos mantaner cierta distancia, decirle No claramente e ignorarlos. Los mimos y caricias también se retiran y solo deben ser ofrecidas cuando han hecho bien las cosas y merecen ser recompensados. Los perros son animales que se convierten en el mejor amigo del hombre pero no son iguales a él. No entienden muchas cosas, a veces no comprenden lo que queremos decirles, su memoria es limitada y entre sus juegos hacen travesuras que nos disgustan mucho.
Para corregirlo y sienta que ha hecho algo malo debemos saber cómo reñirlo pero siempre teniendo en mente que no son capaces de recordar como lo hacemos nosotros, evitando llamarles la atención tiempo después de que haya cometido un error.
Al hacer eso y comportarnos de manera hostil, no tendrá claro que fue lo que hizo y que nos genero molestia.
No está de más ponernos en su lugar por unos instantes e imaginar que la situación resultaría muy parecida si nos fuéramos de viaje durante un año a un país extranjero y no hablamos el idioma. Estamos indefensos y solo dependemos de personas que nos han acogido en su casa y que tienen costumbres distintas que no comprendemos, pero dependemos de ellos. Nos sentiríamos desorientados, pues así se siente nuestra mascota.
Por eso no debemos ser severos cuando les llamamos la atención, solo debemos decirle No de manera firme y rotunda para que el perro entienda que ha hecho algo malo. Es importante saber que se le debe llamar la atención justo en el momento que se ha portado mal, y después simplemente lo ignoramos.
Por ignorar nos referimos a dejar de acariciarlo, de mimarlo y de jugar con él por unos minutos, no se trata de descuidarlo y dejarlo de lado para siempre.
Cuando lo resondramos debemos mantener cierta distancia para que se dé cuenta de que estamos disgustados. El cariño y el tiempo que le dedicamos se convierten en la prueba más importante y que les indica que están haciendo todo bien.
Puede pasar que se ha portado de forma inadecuada pero ha pasado tiempo y no le hemos corregido. En este caso lo mejor será ignorarlo y restringirle los mimos y las caricias, nos mantenemos distantes pero sin la necesidad de ser crueles.
Con el paso del tiempo y nuestras actitudes para cada tipo de comportamiento, conseguiremos adiestrar a nuestra mascota sin convertirlo en un animal miedoso o con traumas.