A veces se hace necasario llevar a nuestra mascota a todos lados incluso cuando salimos de viaje. Pero debemos seguir las reglas de cada aerolinea cuando viajamos en avión y colocar a nuestro perro o gato dentro de una jaula especial o contenedor para animales domésticos. Cuando estamos en casa podemos sentirnos tranquilos y a salvo, sin muchas preocupaciones y con tiempo suficiente para poder disfrutar de la compañía de nuestros hijos, familiares y hasta de nuestra mascota.
Muchas familias cuentan con la compañía de un animal en casa, ya sea un perro, un gato, un conejo o algún animal exótico que hayamos adoptado para que comparta su vida con las nuestras. Pero muchos de estos dueños de mascotas, pasan la mayor parte de su tiempo viajando de un lugar a otro, ya sea por motivos familiares o de trabajo, y a veces, cuando no se tiene a quien recurrir para dejar encargada a nuestra mascota, nos vemos en la obligación de llevarla con nosotros.
Esta situación de tener que cargar con el animal, suele ponernos ansiosos a la hora de planificar el viaje, sobre todo cuando debemos irnos en avión, ya que resulta común preocupase por la salud de la mascota y por el enorme estrés que le puede generar el viaje.
En muchas situaciones, este tipo de viajes resultan realmente traumáticos para los animales, y por eso es mejor estar preparados.
Casi todas las aerolíneas tienen una serie de exigencias que deben cumplirse, como la edad mínima del animal. Para que una mascota pueda realizar un viaje en avión debe tener por lo menos, 8 semanas de vida.
Dentro de otras regulaciones vigentes y las condiciones para el traslado del animal, cuando se trata de perros y gatos, se les puede llevar en la cabina o despacharla para que vaya en la bodega. Pero siempre debe ir dentro de un contenedor cerrado y especial para animales domésticos, respetando las dimensiones máximas que sugiere cada aerolínea.
Es recomendable no alimentar al animal por lo menos 8 horas antes del viaje, ni suministrarle ningún tipo de tranquilizante o sedante, ya que cuando se encuentran a grandes alturas, los efectos son impredecibles.
Si nuestra mascota anda suelta por la casa y nunca ha estado encerrada en una jaula, entonces debemos ir acostumbrándola días previos al viaje a permanecer en el contenedor que se empleará, haciendo que se sienta tranquila y segura.
Es importante llevar para el viaje algún objeto para morder o su juguete favorito, que debe estar incorporado en la jaula. Tampoco se deben olvidar su plato y su cubo de agua para que sienta menos estrés y se eviten cambios traumáticos.