La Leishmaniosis Canina debe ser entendida como una enfermedad que solamente se adquiere por contagio directo luego de la picadura del mosquito infectado llamado flebótomo. De otra forma no se puede contagiar. Ni humanos ni otros perros se encuentran en peligro de contagio al convivir con un can que este padeciendo esta enfermedad infectocontagiosa, mucho menos los gatos a quienes no les afecta para nada.
Queda claro que solamente te puedes contagiar si el mosquito infectado te ataca, mas no por la convivencia con un perro enfermo. Ahora para descubrir si la enfermedad esta presente debemos observar ciertos síntomas:
En el perro vas a notar por ejemplo descamación en la piel, además de ciertos resecamientos, los pelos estarán quebradizos. La piel es la más afectada con ulceras, nódulos para dar paso luego a la fiebre, debilidad, atrofia muscular, anorexia y perdida del apetito, llegan también las diarreas, vómitos, sangrado y lesiones en los ojos.
Cuando la Leishmaniosis Canina se encuentra en una fase más grave causa anemia y un número de enfermedades comunes que deben ser tratadas pronto. Lo primero es llevar a la mascota al médico veterinario para realizar exámenes que confirmen la afección, es posible hagan pruebas de sangre, exámenes citológicos y más.
Sobre el tratamiento de esta enfermedad se despiertan diversas pasiones o polémicas, sucede que a veces se toma un camino de difícil elección que requiere el sacrificio del animal enfermo de Leishmaniosis, no obstante se puede optar por un tratamiento sintomático con medicamentos orales. Esto debe recordarte lo importante de cumplir con todas las vacunas de la mascota para prevenir antes que lamentar.