Para evitar la sobrepoblación animal, en especial de perros y gatos, se recomienda desde hace algún tiempo la esterilización de las mascotas. Este es un procedimienro no agresivo que consiste en terminar definitivamente, con el celo y las consecuencias que trae el apareamiento. Con la finalidad de no tener muchos animales abandonados en la calles debido a la falta de dinero para poder mantenerlos en casa, muchas personas dueñas de mascotas, toman la firme decisión de esterilizarlas para evitar el celo y las consecuencias de un apareamiento.
En los últimos años, esta situación se ha convertido en algo muy común, pero aun existen aquellas personas que se niegan a hacerlo, afirmando que la esterilización de los animales es una total maldad y solo consiste en manejar de forma artificial el ciclo sexual de los animales.
Al igual que existe una sobrepoblación humana, muchos estudios realizados han llegado a comprobar que también hay demasiados animales abandonados, sobre todo perros y gatos que desde que nacen son tirados a las calles porque no pueden ser cuidados o alimentados por los dueños de los padres.
Justamente, y para evitar esta triste situación, desde hace mucho tiempo se realiza este procedimiento medico en las mascotas para no tener que actuar desalmadamente en un futuro cercano.
La esterilización es una operación que solo debe ser realizada por un especialista, en este caso el veterinario. Como se ha mencionado antes, su principal función será terminar para siempre con el celo y la capacidad de reproducción del animal.
Este procedimiento se realiza de manera distinta, ya sea que se trate de un macho o de una hembra.
Si tenemos un perro o gato macho, el médico veterinario procederá a extirpar los testículos de la mascota, y si tuviéramos una hembra de cualquiera de estas dos especies, la intervención consistirá en extirpar los ovarios, el útero y, en algunos casos se retiran ambos.
Para los especialistas expertos en estos casos, este procedimiento no es del todo complicado y tampoco habrá problemas posteriores, siempre y cuando la mascota a esterilizar tenga más de siete meses de edad.
Muy aparte de poder evitar el nacimiento de animalitos no deseados y dejados a su suerte en las calles, también se estará evitando la proliferación de muchas enfermedades e infecciones que pueden incluso afectar al hombre.
Se ha comprobado también, que esta operación no causa ningún tipo de privación sexual, tampoco tiende a cambiar el carácter del animal, y no es para nada necesario que la mascota hembra haya tenido antes un embarazo o un parto.
Algo que puede resultar cierto, es que algunas de estas especies, pueden engordar luego de ser esterilizados, pero en definitiva este no es un gran problema, ya que esto puede controlarse a través de una dieta equilibrada y de ejercicios frecuentes.