La cistitis canina es una enfermedad común en los perros causada por distintas bacterias. Nuestra mascota experimentará nuevos síntomas como micción frecuente y con sangrado. Lo mejor es llevarlo con el veterinario para que le realice las pruebas necesarias y le dé el tratamiento adecuado. La cistitis canina suele ser una enfermedad bastante común en nuestras mascotas. Ocurre cuando la vejiga se inflama por diversos tipos de bacterias que causan infecciones en esta zona. Las bacterias aparecen de la propia zona intestinal del perro, en la piel que se encuentra alrededor del ano y de ahí suben a través de la uretra a la vejiga.
En algunos casos puede deberse a otras causas, como piedras, tumores y otro tipo de enfermedades como la diabetes o la enfermedad de Cushing.
Los síntomas más comunes son una orina con sangre y la micción frecuente, pero lo mejor es que la mascota este siendo siempre observada porque a veces pueden presentarse otros signos que pasan desapercibidos.
En ocasiones el perro puede estar la mayor parte del día agitado, quiere salir a todo momento o comienza a orinar por todos lados dentro de la casa.
Cuando notemos un comportamiento distinto en nuestra mascota acompañado de ciertos síntomas extraños, lo mejor es llevarlo de inmediato con el veterinario para que le realice un examen de orina y del sistema urinario, de esta forma podremos saber si la infección es causada por bacterias o por la presencia de piedras en la vejiga.
Otra prueba consiste en hacer un cultivo de la orina y una prueba de sensibilidad para descartar que la infección haya sido causada por bacterias en la zona genital. Con el cultivo se podrán conocer el tipo de bacterias presentes y con la prueba de sensibilidad, se sabrá cual es el antibiótico más recomendado para que sea parte del tratamiento que se le dará.
Todas las infecciones urinarias son tratadas con antibióticos, pero una vez iniciado el tratamiento, se debe seguir administrando por completo, aunque notemos que la mejoría es rápida. En algunos casos que no se ha completado la dosis de medicinas la infección regresa y la bacteria puede hacerse resistente a los remedios, complicando más las cosas.
Si el tratamiento ha finalizado y nuevamente notamos ciertos signos y síntomas, es fundamental hacerle nuevas pruebas, ya que la bacteria podría haber quedado latente en el organismo.
Cuando se termina por completo el tratamiento, nuevamente debemos acudir al veterinario para que le haga nuevos análisis y determinar si la bacteria ha sido eliminada de la vejiga totalmente.