Así como hay gente muy activa, existen también perros traviesos y que gustan de estar constantemente en distintas actividades. Pero hay que saber distinguir aquellos casos de canes que tienen hiperactividad canina y que los hace intolerantes, difñiciles de comprender cualquier orden y traviesos en exceso. Los perros son las mascotas preferidas por naturaleza, pero al tratar de decidir que raza adoptar, aparecen los miles de problemas en relación a las características que cada uno puede tener.
Hay gente que es muy activa, atlética y gusta de hacer deporte y ejercicios, para eso necesita de perros enérgicos. Son muchas las razas que cuentan con estas características como los Cocker Spaniels, los Beagles, los Border Collies, Dálmatas, Retrievers y los Boxers.
Pero debemos no confundir alto grado de energía del can con hiperactividad canina, y es que esta última se refiere a una serie de conductas que van a posibilitar que descifremos esta dolencia.
Un perro hiperactivo no deja de ladrar o gemir, destrozan t se comen todos los objetos que se cruzan en su camino, sean comestibles o no. También son aquellos que no pueden controlar su fuerza y que al jugar con sus amos u otros perros no dudaran en morderlos.
Los canes hiperactivos no pueden concentrarse ni atender una orden, no pueden cumplirla debido a su falta de atención. Por ello es común, que no puedan aprender normas básicas.
Sus reacciones son en exceso exageradas y se asustan de todo acontecimiento que les parece novedoso. Cualquier ruido los hará sentirse alertas incluso si son sorprendidos o han estado durmiendo.
Imposible será entrenarlos o hacer que hagan algo que se les pide, también pueden mostrarse ansiosos cuando se encuentran solos o con gente que no es propia de sus alrededores.
Ante cualquiera de estas manifestaciones, lo mejor es llevar a la mascota con el veterinario para que lo observe y nos dé un claro diagnostico.
Los perros hiperactivos suelen mostrarse muy excitados o nerviosos, pero lo mejor es no hacer caso de sus constantes llamados de atención.
Una buena opción para calmar su hiperactividad es llevarlo a dar largos paseos, dejarlo que corra, que traiga la pelota y que realice actividades como el agility que bajarán su nivel de nerviosismo.
Los especialistas recomiendan evitar el exceso de proteínas en su dieta y premiar su conducta tranquila y calmada.
No es bueno castigarle o gritarle cuando hace cosas indebidas o travesuras, lo mejor es ser muy pacientes.
En casos que suelen ser severos, el veterinario no dudará en recomendar algún tratamiento farmacológico que debe ser seguido con exactitud.