Muchos gatos presentan alergias a ciertos alimentos debido a las proteínas de los mismos que son desencadenantes de reacciones. Esta condición puede confundirse con intolerancia a la comida, pero las alergias resultan mucho más complicadas, por ello se sugiere consultar con le veterinario y seguir estrictamente sus indicaciones respecto a la dieta del minino. Una de las reacciones anormales que presentan los gatos ante determinados componentes les causa alergias. Es común que los mininos sufran de alergias alimentarias debido a una hipersensibilidad a determinados componentes del alimento.
Cuando la mascota come algo que su sistema inmunitario no tolera, se produce una liberación de histamina que produce picor, un enrojecimiento general de la piel y hasta problemas digestivos como diarrea y vómitos.
Pero muchos dueños de estas mascotas felinas, confunden las alergias alimentarias con la intolerancia a los alimentos, sin saber que las primeras son mucho más graves.
El gato presenta intolerancia a algún alimento pudiendo estar relacionado con alguna enfermedad subyacente, o quizás porque no secrete la suficiente cantidad de enzimas para poder digerir adecuadamente. La única forma de saber si el gato tiene alergia a los alimentos es a través de una dieta de eliminación, que están diseñadas para no producir alergias y ayudan a determinar las causas del problema, que puede ser por algún componente del alimento o por otra razón. Según lo que indique la prueba, corresponde al veterinario que brinde las recomendaciones sobre los alimentos indicados y que no contengan alérgenos por un periodo de tiempo.
Es importante que se sigan estrictamente las pautas recomendadas por el especialista, ya que al ofrecerle otro tipo de alimento, pueden cambiar los resultados que se esperan.
Investigaciones realizadas han comprobado que las alergias por causa de alimentos se generan por las proteínas, ya que al consumir una proteína a la que es alérgico, esta molecula proteica entra en contacto con dos receptores sensibilizados existentes en la superficie de algunas células del organismo, trayendo como consecuencia del contacto realizado la liberación de las histaminas.
Las alergias alimentarias pueden manejarse de dos formas ya sea ofreciéndole al gato una proteína novedosa que jamás haya probado y que los receptores de las células del organismo no se sensibilicen ante la misma, siendo reducidas las posibilidades de producirse una reacción alérgica. La otra manera es a través de la hidrolisis, que reduce el tamaño de las moléculas de la proteína haciéndolas tan pequeñas que son incapaces de provocar algún tipo de alergia, y que por nada pierden su valor nutricional.