Los gatos son animales bastante activos y a veces los amos se preocupan porque no descansan ni un segundo. Pero hay que saber que esto se relaciona con su instinto de caza natural, por lo que debemos dejarlos realizar ciertas actividades para que también aprendan sus límites. Los gatos son animales bastante activos e inquietos y en ocasiones no paran de moverse ni un segundo, lo que hace que sus dueños se alarmen ya que pueden hacer más de una travesura en casa y hasta llegar a ponerse algo agresivos.
Pero este es un problema atípico, es decir que no siempre pasa, por lo que debemos analizar cuáles son las causas que lo provocan.
Con lo primero que debemos relacionarlo es con su instinto de caza natural ya que a pesar de haberse convertido en animales de compañía, los gatos aún mantienen sus instintos, son curiosos y muy tenaces.
Es normal que el más mínimo movimiento, reflejo o sombra los active y se sientan interesados en jugar e inquietarse. Y aunque no tenga nada que ver con cazar, sus instintos serán los mismos al igual que sus gestos, estarán muy observadores, al acecho, harán sus movimientos sigilosos y luego atacaran.
Ellos reemplazan el no poder cazar con el juego, pero tampoco se conforman con cualquier juego ya que prefieren actividades que fortalezcan sus músculos, que les hagan gastara energías y que hagan trabajar su coordinación.
Además, realizando este tipo de actividades aprenderá sus límites y sabrá que es lo que debe ser y que es lo que no queremos que haga. Incluso podremos animarle para que haga ciertas cosas que le resultaran beneficiosas, fortaleciendo el vínculo con ellos.
Desde que son pequeños los gatitos juegan con la cola y las orejas de su madre de forma cariñosa y es que la igual que los niños, con el juego aprende a entender su entorno lo que le ayuda mucho en su desarrollo físico y mental.
Así que si estamos pensando o ya tenemos un gatito en casa, debemos aceptar que sus ganas de jugar le duraran para toda su vida aunque con el paso de los años irán disminuyendo. Cuando es un bebé solo querrá jugar y al cumplir su primer año, se pondrá más cariñoso y quizás se interesará en otras actividades, peor igual seguirá jugando.
Un tema de mucho interés también tiene que ver con los juguetes de los gatos, ya que si bien encontramos una gran variedad, no todos sirven. Lo mejor es buscar juguetes que activen y satisfagan sus cinco sentidos como juguetes con sonidos para los oídos; otros que sean ligeramente perfumados para su olfato, colores para la visión, algunos con relieves para el tacto y hasta se pueden usar gotitas de sus alimento preferido para el gusto.