A veces los gatos pueden volverse obsesivos con la limpieza y se lastimasn y laceran la piel de tanto lamerse. Esta situación puede deberse a un cambio brusco en su rutina como el haberse quedado solo en casa, o la llegada de un nuevo integrante a la mismo. Lo mejor es consultar con el veterinario y agregar fármacos al tratamiento si es necesario. Todos sabemos que los gatos son animales muy limpios y que dedican varias horas del día para acicalarse utilizando su lengua. En la mayoría de los mininos esto puede resultar una actividad totalmente normal, pero se conocen algunos casos, en los que una limpieza desmedida puede ser dañina para su salud.
Puede ser que al ver a nuestra mascota limpiarse muchas veces, este siendo víctima de alguna irritación a causa de parásitos como las pulgas. Por eso, hay que revisar su pelaje varias veces para descubrir alguna señal que lo esté incomodando.
Pero que ocurre cuando no tiene parásitos y el veterinario, después de revisarlo, indica que todo está bien físicamente, pero tiene la sospecha de que esté padeciendo de algún episodio de estrés o ansiedad.
Cuando los amos salen de viaje y dejan sola a la mascota por algunos días, es normal que el gato se sienta ansioso y empiece a cambiar su comportamiento. Algo similar ocurre cuando hay una mudanza, cuando una persona que ha estado mucho tiempo con él desaparece, o cuando llega un nuevo integrante a la casa.
La ansiedad y el estrés que se forman, luego de que haya ocurrido cualquiera de estas situaciones puede volver a nuestro felino un tanto obsesivo compulsivo, y haciendo de la limpieza algo que no pueda controlar.
Al tener una compulsión de este tipo, la mascota puede perder pelo y hasta causarse heridas. No está de más que el veterinario le dé un tratamiento adecuado para las inflamaciones e irritaciones que puede haberse causado, y que además, incluya oro para controlar su estrés.
Pero las indicaciones dadas por el especialista pueden complementarse si el amo del animal se compromete a no dejarlo solo cuando salga de viaje, pidiendo a alguien que lo visite frecuentemente.
Pasar tiempo y jugar con él también sirve de mucha ayuda ya que a los gatos les encanta estar acompañados y recibir mimos y caricias. En estos momentos se le puede distraer cuando veamos que empiezan a lamerse en exceso.
Aunque parezca increíble, se puede ayudar a controlar sus miedos, eliminando algunos ruidos que se hagan en el hogar. Si se va a utilizar la secadora de cabello, u otro aparato como la aspiradora, lo mejor será hacerlo en la habitación cerrada.
A veces en el afán de asearse exageradamente, puede causarse heridas y salpullidos en algunas partes del cuerpo, por ello resulta conveniente colocarle un collar isabelino, para que evite seguir haciéndose más daño.
Si la situación no mejora en algunas semanas, será mejor volver a consultar con el especialista ya que de repente, le hacen falta algunos fármacos para poder controlar su ansiedad.