Los juegos que le hacemos a las mascotas deben ser prudentes, sucede que los animales no tienen ese nivel de comprensión o pensamiento que les permite disuadir consecuencias buenas o malas, por ello cualquier estímulo que les demos pues pueden transformarlo en comportamiento que perjudique. A veces a los dueños les gusta hacerle bromas pesadas a las mascotas y esto al final les puede causar un trastorno o fobia, y la próxima que suceda la acción incluso de pura casualidad, el perro podría responder de forma peligrosa, osea el perro no sabe como interpretar tus juego y si se siente atacado u ofendido pues va a morder.
Los animales no son bebés y con esto queremos decir que no debes criarlos ni tratarlos como humanos, ellos no entiendes nuestros actos, no saben cual es la rezón para ellos, al final tenemos cierta incompatibilidad, pero tienes que asegurarte que incluso los simples juegos no la terminen confundiendo.
Recuerda que no se debe reñir al animal por alguna acción natural de su especie, es parte de su instinto y necesario como individuo, tampoco lo apartes de sus iguales pues estando rodeado de humanos simplemente va a adquirir costumbres no propias y que en el futuro es probable fortalezcan una mala educación.
El enfado debe ser controlado si es que tu mascota hizo algo que según tú merece un castigo, no vayas jamás a los extremos ni tomes una actitud de juez, primero analiza lo que la mascota hizo y piensa si el castigo que le quieres dar va acorde con la acción. A veces no tiene nada que ver la educación que le das, aprende a identificar su naturaleza animal, eso no castigues.