Para evitar correr tras el perro evitando que algo le sucede o para colocarle la correa, es mejor entrenarlo para que aprenda a acudir al llamado del amo. Solo se debe escoger la palabra correcta y llevar algunas golosinas para premiarlo una vez que ha logrado asociar la palabra con la acción. Muchas veces cuando tenemos un perro como mascota debemos correr tras de él cuándo va tras un coche, un gato o una bicicleta, o cuando queremos ponerle la correa para dar un paseo. Pero se pueden evitar todos estos trajines, llamándolos para que vengan a nuestro lado.
Resulta fácil y rápido hacer que el perro sea el más obediente de todos y corra hacia nosotros, siguiendo unos cuantos pasos que pueden formar parte de su entrenamiento.
Solo debemos enseñarle a venir para que acuda a una llamada en cualquier circunstancia. La mascota debe entender y considerar al amo como lo más importante que tiene, ya que es quien le da comida, juegos, caricias, cuidados y cubre todas sus necesidades.
El truco es sencillo, bastante útil y eficaz, pero para poder empezar se debe elegir una palabra con la cual se le llamará, casi siempre se usa “ven”, y otros dan un golpe en su rodilla como señal de llamado. Cual sea la palabra elegida, debe ser la única para evitar confundir al animal.
Es bueno tener varias golosinas y colocarlas en los bolsillos donde no las pueda ver fácilmente. Después hay que llamar la atención del perro, diciendo su nombre o haciendo algún ruido, entonces se le enseña la golosina y lo más seguro es que corra hacia uno para que le des el dulce. Mientras corre debemos decirle ¡Ven! O la palabra que se haya escogido, y después le damos la golosina. Debemos repetirlo varias veces, en distintas situaciones y evitando que sean muy seguidas.
Luego hay que comprobar si lo ha aprendido y si asocia la orden con la acción. Sin sacar la sorpresa solo hay que llamarlo, si ha comprendido acudirá por asociación. Pero, si no lo hace, se debe repetir unas veces más y seguir intentando.
Se debe tener mucha paciencia porque es muy seguro que con la práctica aprenderá el truco y correrá hacia ti cada vez que lo llames. Si aprende rápido, se le puede ir enseñando otras cosas que se prefieran, para que tenga una conducta ejemplar y sea querido por todos.