Los hurones pueden ser mascotas adorables y obedientes si se les entrena desde que son pequeños. Una buena forma es decirle un NO fuerte cada vez que se porta mal, o ignorarlo por 10 o 15 minutos encerrándolo en una jaula distinta a la que siempre usa. Los hurones, mascotas de moda en los últimos años, son queridos y cuidados por sus amos como si se tratara de un bebé, o como si se tuviera un perro o un gato. Además, las tiendas especializadas en mascotas exóticas se han encargado de crear de todo para todo animal, y quienes tienen uno en su hogar no dudan en engreírlo y tenerlo muy a la moda.
Pero así como se les da de todo, los dueños desean que sus hurones sean adorables, y no dudan en entrenarlos para que obedezcan y sepan comportarse.
Al igual que cualquier otro animal, estos son traviesos, pueden hacer cosas no muy agradables y demostrar un no tan buen comportamiento.
La mayoría de estos mustélidos son como los humanos y tienen hasta los mismos hábitos, por lo que se recomienda ser paciente para tratar sus dificultades.
La mejor manera de adiéstralos y disciplinarlos es decirle un fuerte “No” cuando se comporte mal. Es bueno hablarle siempre con un tono normal, y alabar las acciones positivas que realice. Si hace una travesura como morder un par de zapatos, resulta una excelente alternativa es ignorarlo por unos 10 o 15 minutos, encerrándolo en una jaula distinta a la que usa para comer y dormir, ya que después puede relacionarla como algo desagradable y resistirse a entrar en ella.
Otra opción para castigarlo es tomarlo suavemente por la piel suelta del cuello, tal como suelen hacer sus madres, de esta forma su cuerpo se encogerá y sabrá que ha hecho algo mal.
Soplarle la cara les resulta fastidioso, por eso para llamar su atención cuando se ha quedado dormiros, resulta bueno soplarles con suavidad en el lomo o las patas, y como castigo se les puede soplar con cuidado en la cara.
Si llegara a morder, se le puede tapar la nariz con cuidado, este provocara que abra la boca para respirar y nos suelte.Si hacen sus cosa fuera de su sitio no se debe restregar la nariz en él, ya que no entenderá que hizo de malo, tampoco se les debe dejar sin comida ni pegarles, porque se les enseña a enojarse y a sentir miedo.