El moquillo también conocido como distemper es una enfermedad realmente peligrosa, su mortalidad es bien conocida desde hace unos 200 años afectando a nuestros perros e incluso a otros animales carnívoros crianza doméstica. El virus del moquillo se mueve por el aire siendo este su principal medio para realizar el contagio al inhalarlo los animales. Luego del contagio y pasadas 48 horas el torrente sanguíneo se encuentra comprometido.
Para descubrir la presencia de esta enfermedad debes primero ser observador, descubriendo los síntomas más característicos podrás actuar rápido buscando el tratamiento de los especialistas. Y los síntomas son: conjuntivitis, decaimiento, estornudos, fiebre, pústulas, convulsiones, diarrea amarilla, vómitos, etc.
El médico veterinario puede diagnosticar la distemper observando al animal recurriendo a los tratamientos, solamente así descartará que sea otra afección. Igualmente existen otros métodos más científicos para descubrir la presencia del virus como los hemogramas.
Para tratar el moquillo se aplican antibióticos, sedantes, vitaminas, etc. todo dirigido contra los diversos síntomas que despierta el virus que en definitivamente disminuye las capacidades defensivas del cuerpo.
Si el perro tiene cubiertas todas sus vacunas entonces la enfermedad difícilmente se presenta, por ello la prevención es lo básico para luego no vernos perdidos con indecisiones. Es a los 45 días de nacido el cachorro que se debe comenzar con el ciclo de vacunación. No debes ignorar esto jamás, mientras seas una persona responsable y comprometida, el perro tendrá una vida feliz.