El dragón barbudo o Pogona Vitticeps es un lagarto oriundo de Australia y necesita de muchos cuidados específicos. Se ha convertido en una de las mascotas favoritas pero no resulta nada fácil hacerse cargo de él. Es omnívoro pero en la etapa adulta debe llegra a ser vegetariano. El dragón barbudo es un lagarto que puede pesar hasta medio kilo y mide entre 40 y 60 centímetros. Es propio de Australia y su nombre científico es Pogona Vitticeps. En su lugar de origen habita las sabanas y las regiones áridas y semi áridas.
A pesar de ser algo extraño, cada vez son más las personas que tienen un ejemplar en casa como animal de compañía. Pero mantenerlo en el hogar no resulta del todo fácil ya que necesita de ciertos cuidados específicos además, son animales salvajes.
Se le conoce como dragón barbudo debido al repliegue de su piel que está cubierta de escamas puntiagudas justo debajo de la garganta. En realidad, todo su cuerpo está lleno de espinas, su cabeza es de gran tamaño, su cola es larga y sus extremidades tienen mucha fuerza.
Existe una clara diferencia entre los machos y las hembras, los machos son mucho más grandes y más de la mitad es parte de la cola.
Es un lagarto de paso firme y sus garras no son retractiles; sus párpados se abren y se cierran y utiliza sus muchas espinas para intimidar a los depredadores y rivales. Si este animal se siente amenazado, abre la boca mientras que despliega su barba de espinas tornándose de color negro. Toda su espalda comprende dos hileras de manchas entre negras y doradas, características que lo convierten en una especie única.
Es necesario que tenga un terrario de regular tamaño, según sean sus medidas. También deben agregarse unos aparatos para satisfacer sus necesidades y se mantenga saludable. Una lámpara halógena es perfecta para mantener la temperatura adecuada, al igual que un humidificador para que actúe como pulverizador en caso la temperatura se exceda.
Es necesario que la temperatura se mantenga siempre igual, esto debido a que no suelen aceptar de buena forma los cambios repentinos. Unas rocas y ramas para que puedan descasar sobre ellas, así como césped artificial o fibra de coco para el suelo.
En lo que se refiere a su alimentación el dragón barbudo es omnívoro y tienen mucho apetito. De pequeños son más carnívoros y pueden incluirse en su dieta grillos pequeños, crías de ratones y moscas de la fruta sin alas.
Pero mientras se acercan a la adultez, conviene ofrecerles más vegetales y frutas, hasta que se establezcan como vegetarianos.
Las mejores verduras pueden ser las zanahorias, la albahaca, la escarola, la batata, el perejil y los brotes de soja. Las frutas más recomendadas son la manzana, el mango, el kiwi, las peras y moras.
Además de todo ello, se puede variar su dieta con pienso de conejo, arroz hervido y pan integral. El calcio y vitaminas pueden ser suministrados hasta tres veces por semana y nunca debe faltarles agua fresca y limpia.