Casi todas las especies de animales poseen algún veneno tóxico y casi mortal que los aleja definitivamente de convertirse en mascotas. Un ave propia de Papua Nueva Guinea en el Océano Pacífico, al norte de Australia es el pitohuí, un pequeño pájaro dueño de un letal veneno conocido como homobatracotoxina. Las mascotas son animales cariñosos, leales y muy amorosos que llegan a convertirse en parte muy importante de la familia. Es común tener como animal de compañía un perro, un gato, un conejo, un tipo de roedor o alguna clase de ave, además de las muchas mascotas llamadas exóticas como hurones, iguanas o cerdos vietnamitas, que necesitan de cuidados más específicos.
Es cierto que muchos de los animales que habitan en la naturaleza no pueden llegar a ser mascotas, ya sea porque son salvajes o porque simplemente no deben vivir encerrados en casas o pisos.
Sin embargo, cada vez son más las personas que van contra las reglas establecidas y logran conseguir un animal no permitido. Al inicio puede resultar una experiencia distinta pero al darse cuenta que no es tan fácil como lo esperaban terminan abandonándolos o dejándolos a su suerte.
Muchos de estos animales están protegidos por una serie de instituciones que tienen sedes en distintos países y hasta se castiga con pena de multa o cárcel, hacerse de algún animal no permitido legalmente.
Pero muy aparte de las leyes y fundaciones protectoras de animales, hay que estar al tanto de saber que no todo lo que parece bueno lo es. Y es que algunos animales, de casi todas las especies, poseen distintos tipos de venenos que los emplean para defenderse de sus depredadores y de los curiosos.
El veneno puede ser mortal en algunos y menos peligroso en otros, pero lo que si es cierto es que afectan a distintas partes del cuerpo de formas varias. Pero si se trata de dar a conocer una característica común y que permite reconocer a los animales salvajes, es que la mayoría son de colores fuertes, brillantes y hasta chillones.
Algo que si resulta un tanto extraño, es saber que los pájaros pueden ser dañinos. Pero si es cierto y como se dice, para muestra basta un botón, aparece el pitohuí, un ave dueña de un veneno toxico que provoca parálisis y hasta la muerte.
Este pájaro es originario de Papua Nueva Guinea en el Océano Pacífico, al norte de Australia. Si bien, la realizar investigaciones en la zona, se han descubierto animales muy extraños, este pájaro, es considerado el único venenoso, poseedor de un toxico conocido como homobatracotoxina.
Es muy particular, tiene la cabeza de color azabache, su cuerpo mide poco más de 20 centímetros y tiene colores muy vivos. Investigaciones realizadas, han confirmado que existen varias subespecies con distintos colores y que a mayor intensidad de su pigmento, más fuerte es el veneno, concentrado en las plumas, en las patas y en los órganos internos.
Los pobladores del lugar, lo han bautizado como el pájaro basura ya que no puede consumirse y es un verdadero peligro.