Por más que lo deseemos debemos afrontar que nuestro mejor amigo el perro jamás vivirá la misma cantidad de años que nosotros, pero por lo menos con mucha responsabilidad podemos afrontar su naturaleza y llegada su vejez ofrecerle una gran oportunidad de vida, plena, de calidad y con tu compañía. Si por primera vez tienes un perro de seguro no sabes que señas encontrar para descubrir si ya es un animal anciano, esto se hace observando en él algunos síntomas que suelen ser afecciones, desgastes y perdida de energía, así tenemos insuficiencia cardiaca, piel más suave, desgaste en dentadura, pelo blanco, pérdida visual, insuficiencia renal, problemas de cadera, sensibilidad, problemas auditivos y olfativos, etc.
Es notable como el perro en su vejez busca más la compañía de su dueño, los lugares más tranquilos, no es bueno que se encuentre rodeado de desorden y sonidos que le resten tranquilidad. El perro en su vejez necesita paz y si no existe el estrés puede complicar las enfermedades o cansancios propios.
El que las enfermedad y síntomas se acentúen dependerá también de la calidad de vida que le ofreciste desde un inicio, tanto la correcta alimentación, el ejercicio físico y la higiene dejarán ver sus efectos en los años de adulto mayor. Por si no lo sabes el estrés puede terminar afectando todo su sistema inmunitario acortando sus años, por lo general el perro más longevo es aquel que tiene una vida de salud y recompensas afectivas.
Durante esta etapa de la vida el perro va a requerir atenciones constantes, revisiones y por ello es necesario acudir cada cierto tiempo al veterinario para su control. El especialista en mascotas te dará soluciones tanto en la nutrición como los cuidados de perros ancianos. No puedes darle la misma vida que cuando era cachorro, en su vejez necesitará una constante preocupación por tu parte.