Es normal que las primeras noches en casa, nuestro cachorrito llore y aulle. Pero debemos comenzar a entrenarlo desde el primer día dejando que duerma solo en su cama o en la habitación destinada para él. Por nada del mundo debmos llevarlo a nuestra cama porque sólo conseguiremos malacostumbralo. Muchas veces nos ha pasado que cuando llevamos un cachorro a casa lo mimamos y engreímos como si se tratara de un bebé. Pasamos todo el día con él, lo alimentamos en la boca, jugamos y le damos muchas muestras de cariño.
Pero el verdadero problema llega en las noches cuando debemos dejar que nuestro cachorro duerma solo en su camita.
Y es algo normal que durante las primeras siete noches llore debido a muchos factores. El principal viene a ser que siente la separación de su madre y sus hermanos, y también se siente extraño en un nuevo hogar, que para él es totalmente desconocido.
Para hacer que nuestro cachorro duerma solo en su cama o en otra habitación de la casa debemos entrenarlo desde un principio.
Ha ocurrido que mucha gente no soporta los aullidos del perrito y por eso terminan llevándoselo a su propia cama, pero esta no resulta para nada bueno porque la mascota terminará acostumbrándose a ello y siempre buscará terminar ahí.
El hecho de que duerma en la cama con nosotros tampoco es ninguna garantía de tener una buena noche, porque el cachorro se moverá muchas veces y despertará a cada rato también. Con esta actitud solo se va a conseguir que el cachorro se acostumbre, y con sus llantos y aullidos logre entrar a la habitación de sus dueños y subirse a la cama, cosa que hará hasta cuando crezca.
¿Y de qué manera lo podemos entrenar? Lo más importante es dejar al perrito solo en otra habitación, o en su cama y dejar que llore, aunque sintamos una enorme pena, debemos pensar que esto pasará.
Para hacer que el llanto sea menor en las siguientes noches, lo mejor es dejar que nuestra mascota se pasee por toda la casa y conozca las habitaciones para que así, se acostumbre al ambiente, a los ruidos y a los olores comunes.
Estas visitas deben hacerse por las mañanas y siempre acompañados de una persona para evitar que haga cualquier travesura.
Luego de la primera semana en casa, el cachorrito se sentirá más seguro y protegido, sabrá que no está solo y que sus amos lo quieren y cuidan, el llanto nocturno cesará y podrá dormir todas las noches tranquilo en su propia cama.