El gato burmes es una raza de gatos resultado del cruce de una gata mitad siamés, mitad malaya con su propio hijo. Se distinguen dos tipos, en almericano y el inglés, pero ambos poseen las pieranas delanteras más delgadas y cortas que las de atrás, los ojos amarillos brillante y las orejas cortas con las puntas redondeadas. El gato burmese, cuyo nombre deriva de Burma o Birmania, es una raza nueva de felinos, creada por un médico militar y que recién se dio a conocer en 1930. Se dice que existen varios manuscritos del siglo XIV y XV del reino de Siam, en donde aparecen gatos muy parecidos a los Burmeses. Incluso han sido nombrados en un poema de 1350 en Tailandia.
Esta raza es el resultado del cruce de una gata mitad malaya, mitad siamés, son su propio hijo, dando como resultado un gato dueño de un manto marrón.
Llamada después raza de gatos Burma, esta no se muestra tan esbelta como el siamés, teniendo un cuerpo mucho más compacto. Son de tamaño mediano, musculosos, poseen una constitución atlética y fuerte, al tener curvas redondeadas su aspecto se muestra esbelto y elegante al mismo tiempo.
Se conocen dos tipos de gatos Burmeses, los ingleses que tienen una cabeza triangulas, son más elegantes y poseen cierto tipo oriental. Están también los gatos Burmeses norteamericanos, de cabeza redonda, musculatura bien desarrollada y unos huesos demasiado fornidos.
Ambos tipos comparten ciertas características como las piernas delgadas y más cortas las de adelante que las atrás, su cola es bastante larga y no tienen rizo al final.
Tiene unos enormes ojos de color amarillo muy brillante, con una mirada intensa y fácil de cautivar a quien sea. En cuanto a sus orejas estas son de tamaño mediano y están separadas, la base es ancha y las puntas redondeadas, cubiertas con pelos ralos y cortos.
El gato Burmese puede tener el pelo de color crema, pelirrojo, lila, azul y chocolate, este es muy fino, corto y extremadamente suave; no hace falta pasar horas cepillándolo y casi no tiene pelusa.
Cuando tienen 2 meses y medio de edad, recién se puede saber con seguridad el color definitivo de sus ojos y de su manto.
Es un excelente animal para convertirse en mascota, son demasiado inteligentes, afectuosos, logran cautivar con su penetrante mirada, les encanta jugar con los niños y se llevan muy bien con otros animales. Debido a su gran facilidad para sociabilizar, se ha dicho de esta raza de felinos que son como el perro. Es también una mascota muy leal, disfruta mucho estando en compañía de la familia y no es un gato que pueda quedarse solo por mucho tiempo.