Si bien es cierto llevar un nuevo gatito a casa nos parece una idea genial, debemos pensar cómo será la adaptación entre los gatos mayores y el nuevo integrante, siendo posible que se produzca un gran estrés tanto a en ellos como en ti como dueño.
Mantener la tranquilidad es lo más fundamental para transmitir este sentimiento a los animales, porque son ellos los que tienen que aceptar y asimilar la presencia del nuevo integrante. Debemos respetar y tenerles paciencia.
No crees malos entendidos por proteger al más pequeño. Pues los gatos mayores no dudarán en mostrar una actitud muy poco amigable, esto es normal y hay que dejarlos expresarse, que lo vean, refunfuñen. Ellos suelen retirarse a sus lugares preferidos para calmarse. Tampoco retarlos ni buscarlos, menos obligarlos a socializar de inmediato.
Establece una rutina de conformidad dándoles más atención a los mayores y jugando con ellos. Así disminuyes su ansiedad y estrés. Ellos sentirán que no se les ha dejado de lado.
Cuando estén comiendo es mejor mantenerlos apartados pero que se vean por medio de una puerta de vidrio para generar un contacto respetuoso. Poco a poco te darás cuenta cuando es el momento preciso para juntar a las mascotas a comer sin usar el límite que impone el vidrio.
No dejes de advertir que puede haber algunos golpes de parte de los mayores hacia los pequeños, ya que estos golpecitos son correctores de comportamiento indicando la manera correcta de interactuar. Esto lo hacen las hembras a sus crías y no les hace daño.