Los perros también son víctimas de muchas enfermedades como el cáncer, dentro de los síntomas más comunes destacan las inflamaciones en distintas partes del cuerpo que no se curan, úlceras, hemorragias y ciertas dificultades al respirar, tragar, orinar o defecar. Si se notan algunos de los síntomas, lo mejor es acudir a un veterinario especializado. Al igual que los humanos los animales pueden padecer de muchas enfermedades, entre ellas el temido cáncer. Como muchos sabemos el cáncer es el conjunto de enfermedades que se desarrollan por la proliferación descontrolada de células que produce exceso de tejido formando un tumor o una neoplasia.
El cáncer es común en perros de más de 10 años, pero a veces los síntomas pueden pasar desapercibidos y resulta difícil hacer un diagnostico temprano. Son muchas las maneras de dar con el diagnostico y el veterinario recurre a las pruebas de sangre, a las radiografías y a los exámenes de rutina como la ultrasonografia, pero la forma más confiable es por medio de una biopsia.
Dentro de los síntomas más comunes están las inflamaciones anormales que no mejoran con el paso del tiempo y que continúan creciendo, algunas ulceras que no se curan, puede ser la pérdida de apetito y de peso. En algunos casos, la mascota sufre de hemorragias frecuentes o tiene dificultad para tragar, respirar, orinar o defecar.
También se puede presentar como rigidez en alguna zona del cuerpo, olor ha podrido y desgana o dificultad para realizar ejercicio físico.
Es verdad que prevenir cualquier tipo de enfermedad es bastante difícil, pero si brindamos a la mascota los cuidados necesarios y con regularidad le realizamos chequeos con el médico veterinario, su estado de salud se mantendrá en mejor estado.
La mayoría de los perros han sido diagnosticados con cáncer de piel, cáncer de mama, linfoma, tumores cancerosos que se presentan en la zona de la cabeza y el cuello, también se han visto casos con cáncer de huesos y a nivel testicular.
Si nuestro perro es diagnosticado con algún tipo de cáncer, se recomienda ser tratado y seguido por un médico veterinario. Dentro de los muchos tratamientos destacan los que incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia. En la mayoría de situaciones es muy necesaria la participación de un médico veterinario que se haya especializado en oncología.