El caballo árabe es uno de los más puros y caros del mundo, a la vez que es considerado el más antiguo. Tienen características algo distintas como la cabeza en forma de cuña y la cola siempre erguida, además sus huesos son fuertes. Son caballos muy ágiles, velocoes y resistentes y dueños de una gran inteligencia. Si bien no es algo común tener un caballo como mascota, son muchas las personas que aman a estos animales y saben mucho sobre ellos.
Pero quienes tienen la suerte de ser dueños de uno o más de estos equinos, deben conocer y tener varias referencias acerca del caballo árabe.
Este bello ejemplar resulta ser uno de los más puros y caros del mundo, a la vez que es considerado el más antiguo, con una historia que le garantiza el estar en el mundo desde hace 1000 años. Incluso muchos expertos en el tema, aseguran que tienen 4000 años de existencia y que con el tiempo se han convertido en una de las razas más prestigiosas de todo el planeta.
El caballo árabe tiende a distinguirse de los demás ya que poseen características algo distintas como la cabeza en forma de cuña y la cola siempre erguida. Posee hocicos y orejas de tamaño pequeño, y sus ojos son negros intensos y muy brillantes.
Esta raza siempre se ha caracterizado por tener huesos fuertes y densos, las patas fuertes y unas paredes perfectas en los cascos. Han sido los mejores debido a su aguante, por ser muy ágiles y tener mucho empuje, actitudes que lo convirtieron en un caballo de guerra en el desierto y que en la actualidad, se demuestra en varias disciplinas de competencia.
La Federación Ecuestre de los Estados Unidos, ha señalado el estándar de raza para este tipo de caballos, indicando que de pie llegan a medir entre 143 y 153 centímetros. A pesar de tener pequeña estatura han sido considerados como caballos, ya que las medidas que tienen, es divisoria entre los ponis y los caballos.
Parece que esto les facilita el ser muy veloces, resistentes y tener una facilidad innata para cambiar de dirección con mucha soltura y velocidad.
Fueron muchos años los cuales compartieron y vivieron en el desierto rodeados de humanos, y desde hace mucho también, solo se permitía la reproducción a aquellos que cuenten con buena disposición natural.
El caballo árabe es considerado un caballo de sangre caliente, una categoría que también incluye otros caballos refinados y con fuerte carácter que se cruzan para conseguir velocidad como se hace con el bereber y el purasangre.
Al ser de sangre caliente, son dueños de una enrome inteligencia y sensibilidad, lo que les facilita un rápido aprendizaje y una perfecta comunicación con los jinetes. Pero esa gran inteligencia es usada también para dejarse llevar por malos hábitos. A pesar que puede ser un animal perfecto para ser montado por niños, son de aquellos que pierden rápidamente la confianza de un jinete inexperto y tampoco soportan prácticas de entrenamiento abusivas o ineptas.
En general, logran mantener una muy buena relación con los humanos y pueden convertirse en muy buenos amigos, pero siempre hay que estar al tanto de lo que pueden necesitar y de cómo uno se comporta con ellos.