Toma el tiempo con Amor, lejos de ponerle seriedad a la educación del perro también debes afirmar un estado de compenetración total puesto que educar con Amor da mejores resultados. No maltrates a tu mascota por nada del mundo, ellos sienten y responden a nuestros estímulos. El estado del dueño termina siendo un determinante del equilibrio emocional del perro que será también determinante para su buena salud física. Al educar debes estar abierto a ser sereno, tranquilo, paciente y seguro, todo ello ayuda a que el perro tome una correcta dirección con mayores aciertos.
Parte del refuerzo positivo radica en el cariño, el respeto, la armonía del dúo. Un perro bien educado es reflejo de un dueño con principios, maduro y asertivo siempre, no evoques al espíritu negativo pues tu perro va a asimilar algo de esa energía y no para bien.
Como bien dice la frase «jamás dejes para mañana lo que puedes hacer hoy«. Dale a tu perro afecto mientras cubres todas sus necesidades, éstas incluyen también la educación pues la sociedad comenzando por el núcleo familia lo requiere.
Las mascotas no son moda, ni un objeto y mucho menos son descartables, si decidiste tener mascota entonces se responsable hasta el final. Educa, ama y aprende de ello, los más pequeños del hogar van a verte como un ejemplo a seguir, incluso las personas adultas descubren cosas nuevas al convivir con perros u otras mascotas.
El amor es básico para la educación, no dejes de ser firme pero tampoco te vuelvas tosco ni insensible con tu perro. Los animales sienten y sufren. El miedo y terror no deben ser herramientas para la educación puesto que no se ganan el respeto, al contrario son causantes de ataques y momentos de furia animal.