Es clásico ver a los perros persiguiendo bicicletas, pero en definitiva no es una acción que se deba tomar a la ligera ya que si el perro es grande puede causar accidentes y generar así un verdadero problema entre golpes y posibles mordidas.
Hay que corregir este comportamiento, no es sano aunque sea natural. A todos los perros les gusta perseguir objetos que ven moverse y no solamente bicicletas, incluso persiguen coches y por eso hasta se dan accidentes trágicos.
Destacamos la importancia de socializar al perro desde cachorro, tiene que acostumbrarse a las bicicletas pues las verás siempre en su entorno. Acompaña al cachorro por ejemplo a caminar al lado de la bicicleta, que reconozca no solamente la tuya, deja que observe, olfatee y sienta.
El cachorro no debe relacionar la bicicleta con algo peligroso, que tenga un primer encuentro tranquilo, evita acciones que puedan asustarle. Puedes pedir ayuda a algún amigo para que pase varias veces con su bicicleta y le enseñes al perro a quedarse tranquilo, a no responder a dicho estímulo visual, utiliza las palabras ‘quieto’ o ‘tranquilo’ al ordenar, verás que con paciencia tu perro no perseguirá bicicletas, motos ni otros vehículos.