La dermatitis psicógenica se presenta en los perrosd ebido a causas psicológicas y en lagunos casos, por situaciones físicas. Pero no resulta ser nada bueno ya que la situación se complica ya que se pueden presentar consecuencias secundarias como pus en el lugar afectado y agravando la infección. Muchas veces los perros lesionan su cuerpo sin percatarse del año que se provocan. Existe un trastorno conocido como Dermatitis psicogénica que se presenta en forma de lesiones que aparecen en la piel debido a que el animal no deja de lamerse determinada parte de su cuerpo. Estas constantes lamidas van a provocar heridas muy difíciles de tratar.
En realidad surge como una especie de obsesión donde el lamerse aparece debido a distintas situaciones como estrés, depresión o simplemente mucho aburrimiento. Todo ello hace que la mascota tenga comportamientos crónicos y excesivos que se presentan como lametazos en su cuerpo.
El síntoma principal son las constantes y excesivas formas de lamerse el mismo sitio, y en ocasiones, además de lamer la piel, el perro comienza a masticar la piel.
Si notamos que hay escasez de pelo en cierta zona o comienzan a parecer lesiones de forma circular, debido a la contaminación de la boca de los animales, también podemos darnos cuenta que algo no está bien.
La situación se complica ya que se pueden presentar consecuencias secundarias como pus en el lugar afectado y agravando la infección.
También podemos notar otros cambios en el animal como pérdida de peso, irritabilidad, cambios de higiene y algunos otros más.
Sin embrago, la dermatitis psicogénica puede también presentarse debido a ciertos factores físicos como las picaduras de pulgas, alergias, hipersensibilidad, pero siempre son más comunes los factores de índole psicológico.
El tratamiento que se le dé va a depender mucho de la causa de la enfermedad. Ahora si ha ocurrido debido a una depresión, entonces no servirá de nada cuidar su piel, dejando de lado su estado de ánimo.
En la visita que se hará al veterinario se le deberán contar todos los detalles, si es que ha habido algún cambio en su rutina y otras informaciones que puedan ayudar a conocer la causa de la situación.
Las lesiones también deben ser higienizadas con productos antisépticos cada 2 o 4 veces al día. Se emplearan champús terapéuticos para su baño de 1 a 2 veces por semana, y si se tratara de un caso grave, es necesario que se le recete algún antibiótico.
Pero en definitiva, el trastorno será tratado con ansiolíticos por más o menos 1 mes.