La observación y la revisión diaria de nuestra mascota debe hacerse un hábito, una costumbre que conlleva evitar que un problema de salud crezca en proporciones peligrosas. La prevención debe ser una premisa de todos los que tenemos mascotas. Por ejemplo cada vez que tu perro salga al jardín, al patio o vengan ambos de paseo, deberás revisarlo, primero debes enfocarte en sus patas que es la parte que más contacto tiene con el entorno, revisa entre sus almohadillas, busca cualquier elementos molesto, por lo general el perro nos dará pistas como las cojeras.
Tienes que ser responsable y un observador constante, al llegar al hogar dale un baño completo, de esta forma removerás cualquier elemento que halla cogido en la calle, cepilla además su pelo usando algunos de los tantos cepillos especiales.
Aprende del común comportamiento de tu perro para que puedas diferencias aquellas acciones raras que tiene cuando algo no va como de costumbre. Si por ejemplo frota su hocico contra el suelo o con la pata intenta rascarse cerca a la boca, posiblemente tenga algo entre los dientes o se halla atragantado, eso también se nota con vómitos y mareos.
Todos los animales se dan a notar con un lenguaje corporal alterado cuando algo no esta dentro de lo acostumbrado. Si aprendes a mirar pronto te harás un experto del comportamiento diario de tu mascota haciendo más fácil la identificación de problemas de salud.