Debido a una lesión o como consecuencia de una enfermedad, nuestro perro puede quedar ciego y al cambiar gran parte de su vida deben cambiar también muchas otras cosas en el medio que lo rodea para evitar que se haga daño y empeore su situación. Sabemos que los animales son muy parecidos a las personas y que también pueden sufrir de enfermedades comunes en los humanos. Un perro que tenga alguna discapacidad va a
que solo su amo puede brindarle, por eso siempre es bueno saber de algunos detalles.
Podemos tener en casa un perro ciego, una ceguera que puede haber ocurrido como consecuencia de alguna enfermedad, debido a una lesión, por la edad que tenga, o simplemente porque nació con esta condición.
Sea cuál sea el caso, es necesario tener un orden en la casa, las cosas siempre deben mantenerse en el mismo lugar, para que la mascota reconozca y se acostumbre a la zona.
Los paseos también son importantes ya que estos deben realizarse siempre con correa y en zonas conocidas donde podamos utilizar la voz para guiarlo.
Es normal que los amos de perros ciegos quieran darle mayor protección, llegando a sobreprotegerlos, pero esta puede ser un arma de doble filo, ya que criaremos un perro con miedo e inseguridades, por lo que resulta conveniente tratarlo con normalidad.
Con el paso del tiempo, la mascota se acostumbra a su condición y su vida volverá a ser normal. Pero igual deben tenerse ciertas precauciones para que su vida sea más sencilla. Puede causar mucha tristeza ver que al inicio se choca con las cosas que hay por la casa, pues para evitar eso lo mejor es mantener cierto orden, para que el animal conozca y se acostumbre al mismo recorrido y al espacio, sin que este se convierta en un lugar ajeno y distinto a cada momento.
Tener un punto de referencia para sentirse orientado es una buena idea. Este puede ser su cama o el sitio en donde come y le servirá para saber en qué parte de la casa se encuentra.
Si hay escaleras en casa, lo mejor será colocar puertas protectoras para evitar que se caiga. Los objetos puntiagudos y peligrosos deben desaparecer de su alcance.
Lo mismo ocurre si se tiene piscina o un jardín dentro de la casa, protegiendo ambas entradas y puertas para evitar que el animal salga o que caiga y se ahogue en la piscina.
Si bien tenemos una mascota discapacitada, él ignora la magnitud de su problema y continuara con sus ganas de hacer lo que hacía en el pasado como jugar. Pero ahora los juguetes que necesita deben ser más especiales, deben ser más sonoros y esto se arregla colocándoles un cascabel o piedrecitas en el interior para que el ruido los pueda guiar y saber dónde tienen que buscarlos.