Las ranas pueden ser una mascota ideal, pero para ello deben sentirse cómodas en cautiverio teniendo un terrario de regular tamaño que esté bien iluminado y ventilado. No deben faltar las plantas donde puedan poner sus huevos y refugiarse y la alimentación a base de insectos y otros invertebrados tampoco debe descuidarse. Las ranas se han convertido en una de las mascotas más comunes en los últimos años, pero aun es mejor conocer algunos detalles sobre ellas antes de llevarlas a casa.
Para empezar, es necesario que tengan un terrario de cristal y que la mitad esté cubierta con una rejilla y la otra que quede totalmente cerrada. Esto es para evitar que no se pierda mucha humedad del ambiente y para que la ventilación que reciba el animal, sea la más adecuada evitando la proliferación de bacterias y hongos.
El terrario debe ser de regular tamaño y tener una capacidad aproximada de 80 litros. El suelo debe estar cubierto con varias capas de distintos materiales para que el agua fluya correctamente y no se acumule.
No debe faltar grava para colocar encima musgo de esfagnos o musgos vivos, que ayudan a mantener el ambiente húmedo, brindando además, un aspecto más natural.
El terrario debe estar muy bien iluminado y para ello pueden colocarse tubos fluorescentes de espectro completo que sirve también para mantener vivas las plantas que se han colocado. Las luces deben permanecer encendidas al menos 12 horas al día y debe estar ubicada debajo del terrario conectada a un termostato.
Si bien las plantas cubren una función decorativa, no hay que olvidar que a la vez, se convierten en el refugio principal de estos anfibios y mantienen la humedad exacta del lugar.
Se sabe que las ranas siempre eligen una hoja plana de las plantas que tienen colocadas en su terrario para poner sus huevos. Las plantas más recomendadas pueden ser las bromelias, las marantas o la aechmea.
Algunas personas, no dudan en agregar al terrario trozos de corteza de corcho, ramas, y hasta trozos de macetas rotas que se convierten en el escondite preferido de esta mascota.
La alimentación no es complicada ya que suelen alimentarse de insectos e invertebrados pequeños y fáciles de ingerir. Lo que sí, van a necesitar de un apoyo nutricional, suministrándoles algunas moscas domésticas, moscas del vinagre, cigarras, grillos y larvas de mosquitos. Este tipo de comida se le puede dar durante dos o tres días seguidos, y algunos pueden añadirse al agua del terrario para que coman cuando quieran.
No es conveniente colocar varios machos juntos en el terrario ya que por naturaleza, estos anfibios son muy territoriales y pueden provocar pelas constantes.
Si se tienen ranas jóvenes, una vez que han pasado el periodo larvario, pueden ser alimentadas también igual que los adultos.