Una mascota siempre va a necesitar del cuidado y la atención de sus dueños. Si tenemos una gata preñada debemos brindarle ayuda y más apoyo durante su etapa de gestación y cuando ya tiene a sus crías. Si tenemos a nuestra minina desde cachorra en casa, entonces se sentirá en confianza y dejara que la atiendas durante su etapa de gestación, al momento de parir y no dudará en dejarte ver y tocar a sus cachorros. Hacerse cargo de una nueva mascota significa conocer todo sobre ella, para poder ayudarla y darle la mejor calidad de vida. Por eso lo primero que se debe hacer es acudir con el veterinario para que sea él quien te de un alcance sobre sus cambios de crecimiento, sus reacciones y hasta su forma de comportarse.
Si tenemos una gata en casa debemos saber que lo mejor para salir preñada es durante su segundo año, ya que es el momento más indicado porque se encuentra mucho mejor preparada. Su celo se presentara en el primer año, pero no es conveniente que se reproduzca por falta de madurez. También es importante conocer que entra en celo en los meses de enero, abril y agosto y que durante ese tiempo puede tornarse agresiva debido a los cambios hormonales.
Ahora si nuestra mascota se encuentra preñada y no sabemos cómo actuar podemos pedir ayuda al especialista, pero resultará algo común que comience a buscar un lugar conveniente para dar a luz y guardar sus crías. A veces escogen un lugar lejos de casa o prefieren los más escondidos para que nadie tome a sus crías, cuando se da cuenta que sus cachorros han sido vistos, los toma y los traslada a otro sitio.
Al igual que la mayoría de los animales, las gatas son excelentes madres y tienen muy desarrollado el instinto maternal. Cuando nacen cuidan mucho de ellas, porque los bebés tienen los ojos cerrados y los abren nueve días después. Es por ello que no pueden separarse de su madre, hasta que logren desarrollarse, siendo esto posible luego de los doce días de nacidos.
Si tenemos a nuestra minina desde cachorra en casa, entonces se sentirá en confianza y dejara que la atiendas durante su etapa de gestación, al momento de parir y no dudará en dejarte ver y tocar a sus cachorros.
En caso se pueda necesitar otro tipo de ayuda en el momento del alumbramiento, puede llamarse al veterinario para que la observe y esté presente en el parto, en algunos casos pueden presentarse ciertas dificultades un tanto difíciles de resolver, pero que el especialista puede manejar tranquilamente.