No dejaremos de recordarle a los dueños de perros que estos animales no han nacido para ser un arma, sucede que muchos dueños consiguen razas como pitbull, rottweiler, presa canario, bullterrier, mastin y sus respectivos cruces para utilizarlos como perros de pelea y exhibir su poderío como parte de su propia arrogante personalidad. Muchas razas de perros llevan en su sangre violencia sembrada desde hace miles de años, estos perros eran utilizados como herramientas para guardar o bien como armas por ello se les preparada con brutalidad sin ninguna preocupación para que hagan frente a sus iguales, otros animales e incluso humanos.
Más del 50% de personas que optan por las razas poderosas lo hacen buscando que guarde o cuide sus hogares, sirven bien como medida disuasoria sin embargo su uso lleva a los dueños a entrenarlos despertando la violencia que habita apagada en algún lugar de su subconsciente. Amarrar a estos perros, encadenarlos o limitarles su espacio fortifica la frustración que puede desencadenar su potencial violento.
Un perro utilizado como un arma de defensa personal difícilmente puede comprometerse con otra tarea como la de ser el mejor amigo del hombre o el amado integrante de la familia. Aunque jamás halla recibido maltrato físico el hecho de entrenarlo ignorando por ejemplo causantes que estimulan sus impulsos negativos, lo convertirán en un perro de zona roja, un animal que puede atacar sin detenerse.
Es muy distinto el entrenamiento que reciben los perros destinados al trabajo como policías, estos animales siguen la guía del verdadero liderazgo de manos de profesionales. Si tú decides tener un perro de raza poderosa antes tendrás que meditar sobre los pro y contras que conlleva para todos la idea de un perro que sea amigo y además guardián. No busques violentar la sangre de las razas fuertes para conseguir armas.